No hay equipo que resista una temporada entera con su alineación titular y poco más. El fondo de armario, terminología cada vez más frecuente a la hora de referirse a los menos habituales de una plantilla, tiene siempre protagonismo a lo largo de las 42 jornadas. Hay suplentes que se convierten titulares, otros que parten desde el banquillo, pero resultan decisivos en más de una ocasión y hasta canteranos que dan el salto para quedarse. En el caso del Tenerife hay un poco de todo.

Alexander Mesa, Nano, fue titular en tres ocasiones. Marcó ante el Almería jugando de inicio en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Pero sus otros dos tantos llegaron cuando entró desde el banquillo en Soria (jornada 1) y ante el Córdoba el pasado domingo. Su papel de revulsivo también fue utilizado por Raúl Agné en otros encuentros, como el del Osasuna, en el que no pudo acabar sobre el terreno de juego al sufrir un fuerte golpe. Cómodo en cualquier papel, el delantero tinerfeño está "contento, muy feliz" por tener oportunidades después de un "año de aprendizaje" en el Hospitalet de Segunda B.

"Cada vez que salgo, sea de titular o de suplente, intento dar todo y estar en el sitio adecuado para hacer goles, como el míster quiere, y para ayudar al equipo", expresa un Nano consciente de que debe ganarse cada minuto. "Intento aprovechar al máximo, meter las ocasiones que tengo, si entra bien y si no, a seguir trabajando", define antes de aceptar el rol que, de momento, tiene en el equipo insular. La idea es "dar todo porque de esos minutos se pueden obtener frutos". Los más jóvenes tienen claro que " para intentar ser titulares en el futuro, hay que ganarse la confianza del míster" en cada oportunidad.

La llegada de Pep Martí ha supuesto nuevas esperanzas en este sentido. "El otro día entró Omar (Perdomo) y lo hizo bien. Cristo (González) también está aportando cosas y todos sabemos que hay que trabajar mucho para ganarse un puesto, pero también que se puede conseguir", señala Nano quien pone en valor "la ayuda" que se presta desde el banquillo con la entrada de futbolistas como Tomás Martínez, "que está dando cada vez más" en sus apariciones. "Todos estamos sumando y algunos hasta marcando goles, como Omar el día del Alavés", recuerda.

La elección es siempre del entrenador, "que transmite mucha confianza, ve los entrenamientos y sabe el que está bien y el que no". Solo les pide "trabajo, trabajo y sacrificio". Nada de malas caras en los entrenamientos. "Desde el primer día dijo que quería ilusión, con la sonrisa en la cara de lunes a domingo y la verdad es que están siendo entrenamientos más divertidos que antes", admite un Nano satisfecho con su rendimiento y con el del equipo. "Vamos hacia arriba. Contra el Córdoba merecimos ganar y eso que jugamos contra el colíder", manifestó.

El futuro pinta mejor, pero el tinerfeño no quiere dejar a un lado la prudencia. "Es verdad que miramos hacia arriba, son siete de nueve, y queremos alejarnos de los puestos de descenso", relata, "pero hay que ir paso a paso sin ponernos grandes metas, pensar en el siguiente partido y en ganar al Girona". Precisamente la inercia puede ayudar en este reto. "Hay que aprovechar el nivel en el que estamos ahora para sacar los tres puntos", propone Nano, que sabe que se enfrentan a "un equipo peleón y que fuera de casa es muy competitivo".