Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos registran este jueves en Miami las oficinas de la empresa Media World, filial del grupo audiovisual español Imagina, según pudo comprobar Efe en el exterior de la sede de la compañía.

Fuentes próximas a la investigación consultadas por Efe confirmaron que agentes del FBI han entrado en la sede de Media World en Miami y realizan copias de seguridad de algunos ordenadores de la compañía.

Los agentes del FBI todavía se encuentran en el interior de las oficinas de Media World, de donde ya han sacado algunas cajas con material.

Algunos empleados confirmaron también que los agentes han ocupado por completo la tercera planta de uno de los edificios del grupo, y no permiten el acceso a ningún trabajador de la empresa.

La empresa Media World es una filial del grupo Imagina US INC, con sede en Miami, dedicada al desarrollo, operación y distribución de canales de televisión, la explotación internacional de derechos deportivos y servicios técnicos de operación y transmisión en el ámbito audiovisual.

Fuentes de la dirección de Imagina han avanzado que harán público un comunicado sobre este registro a lo largo de este jueves, pero no quisieron ofrecer más detalles sobre el registro policial.

El FBI ya registró en mayo pasado la sede en Miami Beach de la Confederación Norteamérica, Centroamérica y del Caribe DE Fútbol (Concacaf), en el marco de una amplia operación contra la corrupción en el seno de la FIFA.

En la mañana del jueves la policía suiza detuvo en Zúrich a Alfredo Hawit, presidente de la Confederación Centroamericana de Fútbol (Concacaf) y vicepresidente de la FIFA, y a Juan Ángel Napout, igualmente vicepresidente de la FIFA y presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

La operación en Suiza y Estados Unidos es la segunda fase de la iniciada en mayo pasado, cuando fueron detenidos en Suiza otros siete directivos de la FIFA acusados de haber recibido sobornos que se elevan "a millones de dólares" a cambio de la venta de los derechos de retransmisión de torneos futbolísticos disputados en América Latina y partidos de clasificación para Mundiales de Fútbol.

Algunos de esos delitos fueron acordados y preparados en territorio estadounidense y los pagos se habrían realizado a través de bancos de ese país, según las autoridades estadounidenses.