El presidente de los grandes fichajes (Redondo, Felipe, Makaay, Pizzi...), el que "formaba" entrenadores para el Real Madrid, el que propugnó por primera vez la designación arbitral por ordenador, el primero que vio en la televisión la fuente de ingresos del futuro, el inventor de un modelo pionero de SAD en el que se atomizara el capital social entre 14.000 accionistas... libró también otras grandes batallas. Las que siguen. Y las ganó.

EL MODELO DE LA SAD

El 25 de noviembre de 1992, el Tenerife pasó a convertirse en sociedad anónima deportiva, con una fórmula absolutamente pionera. Los 260 accionistas presentes en el salón de actos de CajaCanarias representaban 21.557 accionistas y un capital social de 215.570.000 pesetas.

La suscripción popular a 10.000 pesetas cada acción con un máximo de 8 títulos por persona física o jurídica, fue un éxito, ya que 17.000 aficionados eran dueños por igual del club. Javier Pérez obtuvo el respaldo de 16.964 acciones, de las que 8.832 estaban delegadas a su nombre. Mientras, el Colectivo de Accionistas del CD Tenerife SAD concurría con Teófilo Bello como candidato y la representación de 3.761 acciones.

EL CONTRATO CON TVE

El 14 de abril de 1992, Jorge Valdano acepta, por teléfono desde Turín, la oferta para entrenar al Tenerife. El equipo crece sin parar hasta clasificarse para la Copa de la UEFA, en junio de 1993. Ese verano, Pérez recibe en la Isla a directivos de Televisión Española, con los que negocia un acuerdo consistente en unos 150 millones de pesetas por partido. Esa temporada disputó tres eliminatorias, seis encuentros y sumó otros amistosos para alcanzar una cifra cercana a los 1.600 millones de pesetas. Televisión Española transigió porque tenía que lograr la exclusividad del "Eurotenerife". Ya había perdido a los "grandes", que habían firmado con Antena 3 y Telecinco.

EL CASO JORDI

El 12 de diciembre de 1999 el Tenerife goleaba al Leganés (0-4, tres de Barata y uno de Mista) y se posicionaba como claro aspirante al ascenso a Primera División, de la que acababa de descender. El árbitro de la contienda fue Undiano Mallenco. Al día siguiente, Jesús Polo, entonces presidente "pepinero", denunciaba alineación indebida de Jordi Ocaña, que había jugado con licencia "A" (de aficionado) siendo mayor de 23 años. Los comités de competición y de apelación le dieron la razón al Leganés, lo que supuso la pérdida de los tres puntos. El Tenerife se desmoronó en la tabla, afectado por un conflicto que duró más de 40 días.

El Tenerife defendió que la licencia correcta de Jordi estaba en trámite en la Federación Tinerfeña, desde la semana anterior, y se amparó en que, según doctrina existente, un club nunca es responsable de la alineación de un futbolista cuya licencia esté expedida por un órgano federativo. El 27 de enero del año 2000 el comité español de Disciplina Deportiva decidió a favor del conjunto blanquiazul.

EL CASO MISTA

El 15 de diciembre de 1998, el Tenerife "responde" al Real Madrid, que se había llevado de la cantera blanquiazul al portero Sosa, con la contratación de Miguel Ángel Ferrer "Mista", un delantero murciano que jugaba en el Castilla y tenía una cláusula de rescisión del contrato fijada en 750 millones de pesetas, pero el Tenerife contrató al jugador sin pasar por ese trámite que consideraba excesivo -el futbolista cobraba en el Madrid cuatro millones de pesetas al año-Mista acudió a los tribunales ordinarios para que fueran ellos los que fijaran una indemnización más acorde con su salario. El caso obligó a convocar una reunión extraordinaria con todos los clubes de la LFP, cuya votación negó al Tenerife la inscripción del futbolista por 35 votos en contra y 4 abstenciones.

Tras varias negociaciones, se fijó un precio de 200 millones de pesetas como pago del Tenerife al Madrid, que nunca se llevó a efecto. El Madrid demandó al club, pero la llegada de Florentino Pérez desbloqueó el conflicto, el club blanco retiró la demanda y el Tenerife nunca pagó. El jugador dio un gran rendimiento, fue clave en el ascenso de 2001 y luego traspasado al Valencia por 500 millones de pesetas, cuando más agobiado estaba el club.

EL CASO BARATA

El 18 de marzo de 2001, en plena carrera por el ascenso a Primera, en dura pugna con el Betis de Ruiz de Lopera y el Atlético de Madrid de Jesús Gil, el Tenerife ganó en el Villamarín al Betis, pero el club verdiblanco presentó reclamación por alineación indebida de Barata, aduciendo que el brasileño jugaba con pasaporte italiano falso, lo que suponía que el Tenerife había alineado 4 extracomunitarios.

El Comité Español de Disciplina Deportiva (CEDD) mantuvo los puntos al Tenerife tras una agria polémica en el curso de la cual Barata adujo que el Tenerife le había obligado a jugar con ese pasaporte, argumento del que se retractó a cuatro días de que se celebrara la reunión del CEDD. El club llegó a pedir la suspensión del contrato de Barata por 4 meses. Pérez, ganador, resaltó que "lo importante es que lo que se gane en los terrenos de juego no se pierda en los despachos". El presidente del Atlético, Jesús Gil, ironizó que "a lo mejor es que han legalizado a los extranjeros como comunitarios". Pero ascendió el Tenerife y el Atlético de Madrid se quedó en Segunda un año más.