El Mensajero sufrió una nueva derrota, esta vez a manos del Socuéllamos, que le sacó el máximo partido a sus dos tantos antes del descanso. La mejoría del fútbol local en la segunda parte mereció al menos el empate.

En el inicio, los locales intentaron darle velocidad al fútbol. Los palmeros no se complicaban y jugaban en largo si era necesario. Los hombres de Aguirre intentaban presionar la salida de balón de los visitantes. Garrido, que se fue de varios rivales, buscó saltarse esa presión en una acción individual que se diluyó al llegar al área. La primera acción de peligro fue rojinegra: Juanda no encuentra a Iray tras jugada por la banda. A renglón seguido se lesionó el visitante Calle, que dejó su puesto a Javi Gómez. Este mismo jugador haría subir el 0-1 al marcador al rematar de cabeza, en el primer palo, un saque de esquina que había peinado previamente Diego Rivas. El Mensajero le puso una marcha más al partido tras el tanto visitante, pasando a dominar claramente. El encuentro se ponía de cara para los visitantes, que empezaron a salir la contra: un tiro de Ocaña fue sacado por la zaga palmera. Pasada la media hora llegaba el segundo de los visitantes, al aprovechar Javi Gómez un balón al corazón del área, adelantándose el futbolista del Socuéllamos al meta Ione para introducir la bola en la portería, tras un buen pase de Ocaña. Siguió apretando el Mesa, que probó a Facundo en una falta, donde el mete visitante mostró sus dudas una vez más en los balones colgados, algo que por otra parte los palmeros no acababan de explotar. Y justo al borde del descanso llegó la más clara para los anfitriones, pero Iray Barreto cabecea alto.

El Mensajero empezó la segunda parte presionado más arriba al Socuéllamos. Ione evitaría el 0-3 en un tiro al primer palo de Carlos García. Pidieron penalti los locales por manos de un defensor a tiro de Yeray. Antes del cuarto de hora Aguirre movía el banquillo, quitando a un defensa (Moreno) para dar entrada a Chus Sosa y sacando a Yeray, que ya tenía una tarjeta, para dar minutos a Vianney. A base de pundonor el Mensajero metió atrás al Socuéllamos. Eran los mejores minutos de los locales, que merecían el gol. Un buen tiro de Iray, que salió desviado por poco, constituyó otro acercamiento de los locales que mereció subir al marcador. Ese tanto lo acabaría poniendo Iray. Este gol dio si cabe más ánimo a los locales, que redoblaron sus esfuerzos, ante un rival cada vez más nervioso ante las acometidas locales. El partido acabó mal para el Mensajero, con una roja a Chus Sosa que perdió la cabeza dando una patada por detrás a un rival.