El sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones, celebrado ayer en Nyon (Suiza), deparó cuatro grandes duelos por el potencial teórico de sus oponentes: Juventus-Bayern, París Saint Germain-Chelsea, Arsenal-Barcelona y Roma-Real Madrid.

El conjunto barcelonista, defensor del título, se reencontrará con el equipo de Arsene Wenger, que espera que para cuando se disputen los encuentros haya recuperado a buena parte de los lesionados, entre ellos el español Cazorla y el chileno Alexis Suárez, que podría volver a medirse con su exequipo. Será el reencuentro entre dos equipos que ya se jugaron el título en 2006. De allí salió airoso el Barcelona (2-1), como en cuartos en 2010 y en octavos en 2011.

El Real Madrid, club más laureado del torneo con diez títulos, deberá, de partida, superar al Roma, que secundó al Barcelona en la primera fase. Los blancos aún recuerdan la eliminación, también en octavos de la 07-08, ante el conjunto romano, que venció los dos partidos por 2-1 ante el equipo que dirigía entonces Bernd Schuster. Será una ocasión para tomarse la revancha.

El Atlético de Madrid fue el equipo español teóricamente más beneficiado en el sorteo, puesto que se medirá a un PSV sobre el papel inferior que, no obstante, al acabar segundo del grupo B tras el Wolfsburgo, dejó en la cuneta al Manchester United. El conjunto holandés se mostró fuerte en casa (ganó sus tres partidos).

El Juventus, actual subcampeón, retará al todopoderoso Bayern Munich. El Wolfsburgo se las verá con el Gante. Han hecho historia y seguirán haciéndolo al estar por primera vez en los cuartos, gane quien gane. El Benfica se jugará su futuro contra el Zenit, cuya marcha europea fue inmaculada hasta que cayó, en el último partido, en Gante. El Manchester City festejó pasar líder por primera vez. El sorteo fue benévolo y se medirá a un Dinamo asequible, que vuelve a este escenario 17 años después.