Todo cambiará en el fútbol español a partir de la próxima temporada con la llegada del dinero procedente de la venta de los derechos de televisión para los tres siguientes ejercicios (16-17, 17-18 y 18-19), tanto en Primera como en Segunda División. Los lotes en los que dividió la Liga de Fútbol Profesional (LFP) los nuevos derechos de venta conjunta no están adjudicados en su totalidad, pero el Real Decreto que los regula sí estipula cómo se dividirán los ingresos entre los clubes participantes. Es decir, aún no se saben las cantidades concretas. Pero sí los porcentajes que cada uno percibirá.

En Segunda División se abre una nueva etapa que permitirá duplicar las cantidades que los 22 clubes reciben en la actualidad del operador que posee los derechos en el presente curso (Movistar Plus). Para empezar, el 70 por ciento de la cuantía total se dividirá a partes iguales. Esto garantizará el mantenimiento del estatus actual de la categoría de plata, en la que prima el parejo nivel de los equipos. El 30 por ciento restante se fragmentará en función de variables a tener muy en cuenta. La mitad, un 15 por ciento del total, se repartirá en función de la clasificación de la temporada anterior. Cada posición tendrá una puntuación concreta para incrementar la partida por los derechos de televisión.

Javier Tebas, presidente de la LFP, consigue con esta medida que la competición tenga interés para todos hasta el final. La sola posibilidad de mejorar un puesto, aunque sea fuera de los lugares de descenso o del "play-off", permitiría elevar las cantidades a percibir al curso siguiente. Los entrenadores deberían tener especial cuidado también con sus alineaciones. Nada de pruebas ni suplentes si pueden beneficiar a sus clubes ganando.

El 15 por ciento restante de la cantidad total a percibir por toda la Segunda División entraría dentro del llamada "código de implantación social". En Segunda División tendrá una vigencia de 18 meses y se dividirá en otros dos apartados. Un tercio de esta cantidad se repartirá en función de las entradas y abonos vendidos por cada equipo en las cinco temporadas anteriores. Se trataría de premiar la afluencia de espectadores a cada estadio para fomentar la imagen exterior de la Liga.

Los dos tercios finales entrarían en un apartado íntimamente ligado a la televisión. Las audiencias supondrían el 72,5 por ciento de este apartado. Habría factores correctores en función del horario o la coincidencia con Barcelona y Real Madrid en la misma franja horaria.

El 17,5 final de este apartado premiaría el cumplimiento de determinados parámetros como el estado del césped, la iluminación adecuada para la televisión o la posición de las cámaras dentro de cada recinto. A partir de la temporada 17-18 se anularía esta última partida, integrándose la cantidad en el apartado de audiencias. El reparto quedaría en Segunda de la siguiente forma: 70 por ciento dividido entre 22 a partes iguales, 15 en función de la clasificación, un 10 para las entradas y abonos, y el 5 final de las audiencias.