Ni siquiera ha finalizado la primera vuelta. Quedan 24 jornadas para el cierre de la Liga y casi ningún equipo renuncia a nada en la competición. En el caso del Tenerife, la racha de resultados iniciada con el cambio de entrenador, de Martí por Agné, de seis partidos sin perder (12 puntos de 18) y una única derrota (4-1), en la reciente visita al Real Valladolid, ha avivado la eterna aspiración de entrar, al menos, en la zona de promoción.

El descanso de invierno tiene a los blanquiazules a seis puntos del sexto clasificado, el Alcorcón. Se trata de una distancia que, con todo lo que resta por recorrer, no parece definitiva, ni mucho menos. Pero los antecedentes elevan al máximo el desafío del Tenerife.

De hecho, desde que se instauró el actual sistema de ascenso en el ejercicio 10/11 -con ingresos directos en Primera para los dos mejores y un tercer puesto disponible para el vencedor de las eliminatorias de promoción, a las que acceden los cuatro siguientes de la tabla-, ningún equipo logró disputar los "play-off" estando a más de cinco puntos de la sexta plaza.

Hay algunos precedentes que suavizan el reto. Por ejemplo, el Real Valladolid y el Alcorcón accedieron a la promoción pese a encontrarse a 5 puntos de diferencia en el mismo punto en el que está ahora la campaña 2015/16. Los blanquivioletas lo consiguieron en el curso 2010/11 ocupando al final la séptima posición, pues la presencia del Barcelona B entre los seis mejores clasificados amplió el cupo. Por su parte, el Alcorcón protagonizó una remontada similar en la 11/12 (48 puntos en las 24 últimas jornadas) y acabó cuarto.

Prescindiendo de las distancias, hay otro dato que reduce las opciones del Tenerife, al menos en lo que tiene que ver con las estadísticas. Y es que, en las cinco últimas temporadas, solo un club fue capaz de concluir el curso en el sexteto de cabeza sumando menos de 23 puntos (22) en la jornada número 18. Ese equipo no disputó la fase de ascenso, ya que su condición de filial se lo impidió. Fue el Barcelona B en la Liga 2013/14.