El Valencia cierra 2015, el primer año completo que la entidad ha vivido desde la llegada de su máximo accionista, Peter Lim, con el objetivo de "valencianizar" sus estructuras de cara a 2016 para conectar de la mejor forma posible con el entorno.

El Valencia tiene como accionista mayoritario a la empresa de Singapur Meriton Holding y su consejo de administración está integrado por personas de confianza de Lim, que son de aquella nacionalidad.

Por medio de la presidenta de la entidad, Layhoon Chan, también natural de Singapur, el Valencia empezó a hacer pública esta voluntad en los últimos meses del año que ahora termina y la reforzó tanto en la junta de accionistas de hace dos semanas como en manifestaciones posteriores de su máxima dirigente.

Las primera evidencias de la llegada de Lim al club quedaron patentes en el verano de 2014, pero formalmente ésta se produjo en octubre de ese año, por lo que 2015 es el primero que el Valencia ha completado íntegramente bajo su gestión.

Aunque en este tiempo, el máximo accionista del Valencia ha tenido algunas apariciones por Mestalla, los seguidores del club no habían oído públicamente su voz hasta que el pasado miércoles desde el club se ofreció una entrevista del máximo accionista a través de la televisión del club.

Paralelamente, sus colaboradores más directos iniciaron su trabajo con una perspectiva empresarial y centrada en la gestión, en la que el contacto con el valencianista no se planteaba como una cuestión preferente.

El equipo de gestión llegado desde Singapur se dedicó a cuestiones internas y no prestó especial atención al seguimiento del pulso de la afición, la ciudad y el entorno de un club que genera un elevado seguimiento mediático.

De esta forma, daba la impresión de que no había en la cúpula de la entidad una constancia real de lo que hace diferente a una empresa vinculada al fútbol de aquellas que se dedican a sectores productivos.

Sin embargo, a medida que han pasado los meses, los ejecutivos del Valencia han empezado a plantearse la necesidad de incrementar el contacto con el entorno más próximo, circunstancia que se notó especialmente en la semana previa a la Navidad, y ahora no descarta una mayor presencia de la sociedad valenciana en la cúpula del club.

En este cambio de rumbo ha sido fundamental la presión de la afición contra el entrenador, Nuno Espirito Santo, un hombre de confianza tanto de Peter Lim como del agente Jorge Mendes, que en el inicio de la actual temporada no consiguió los resultados que el aficionado esperaba y fue destituido a finales de noviembre.

Los constantes gritos de "Nuno, vete ya" durante los partidos que el Valencia disputaba en Mestalla dejaron constancia del sentir mayoritario de la afición, lo que obligó al club a variar sus planteamientos y prescindir del técnico.

Fueron circunstancias que demostraron a un consejo de administración recién aterrizado en el fútbol español, que éste es un ámbito en el que con cierta frecuencia los factores ajenos al plan empresarial establecido obligan a adoptar decisiones no previstas inicialmente.

El balón marca las dinámicas en los clubes profesionales y tras un año de adaptación, la cúpula de club tiene la oportunidad en 2016 de adaptarse a muchas de las leyes no escritas que existen en este deporte, aunque para ello la presidenta ha pedido públicamente paciencia al explicar que su proyecto es de "largo recorrido".

Previamente ya había salido al paso para negar que las decisiones deportivas en el club las tomara Mendes. "Si Mendes mandara, Nuno habría seguido", manifestó el día de la destitución del técnico portugués.