Cristian García está de vuelta. El calvario que ha vivido con una lesión que no parecía tan importante acabó el pasado lunes con su regreso al césped en partido oficial. Entró sustituyendo a Raúl Cámara y ocupó su demarcación natural, el lateral derecho. "A nivel personal, las sensaciones fueron muy buenas después de dos meses sin jugar", explicaba ayer el catalán. Lo más importante, su estado físico. "La rodilla está bien", zanjó al ser cuestionado sobre su estado físico.

Pero como suele suceder en este tipo de situaciones, aún le queda para estar en el mejor estado posible. El lateral blanquiazul está "contento por volver a disponer de minutos", pero sabe que le toca "seguir trabajando para intentar coger el tono físico" cuanto antes. Por eso, no oculta que notó ese falta de minutos en su reaparición el pasado lunes. "Cuesta entrar faltando 15 minutos porque el ritmo es diferente", dijo antes de señalar que acogió la oportunidad que le dio José Luis Martí "con ilusión porque lo que le gusta a cualquier es jugar y sentirse protagonista".

Su reentrada en el equipo se produjo como lateral derecho. Atrás queda la etapa de Raúl Agné en el banquillo que, con frecuencia, le utilizó para completar el centro del campo. "Toda mi vida he jugado de lateral, aunque por circunstancias jugara en el medio algunos partidos", reconoció Cristian que no se negó entonces porque "lo importante es sentirse útil y aportar lo máximo al equipo".

En el apartado colectivo, el veterano futbolista blanquiazul lamentó la derrota ante el Alcorcón, que aprovechó "un par de minutos en los que no estuvimos finos". Pero rápidamente apostó por pensar en la Ponferradina y el Bilbao Athletic: "Hay que lograr el máximo de puntos posibles antes de que acabe la primera vuelta". Es el primer objetivo porque, a largo plazo, solo piensa en "llegar a los 50 lo antes posible y luego se verá hasta dónde se llega".