Poco dinero y una lista de jugadores más bien escasas. Ese es el panorama general en Segunda División A para este mercado de invierno. Agotado casi por completo el tope salarial que impuso la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en verano, el margen de maniobra es escaso. Los directores deportivos se afanan por encontrar salida a sus descartes, convencer a futbolistas que no cuentan y a sus clubes de origen para costear a medias el sueldo hasta junio.

El Tenerife, sin ir más lejos, se ha quedado con una cantidad que ronda los 50.000 euros para cerrar su última incorporación. Busca un mediocentro, puesto que pretende reforzar una docena de equipos en la categoría de plata. El que mayor presupuesto maneja en este mes de enero es el Mallorca que, con su nuevo dueño al frente, tiene 1,9 millones de euros para invertir. De momento, ya ha pagado 150.000 euros de traspaso al Sabadell por Roigé. Córdoba y Almería son otros conjuntos con cierta capacidad para reforzarse.