Dani Hernández cumplió esta semana un año en el Tenerife. Llegó en el mercado de invierno de la pasada temporada, después de desvincularse del Valladolid, y debutó precisamente contra el rival del próximo domingo: el Numancia. "Ya es casualidad que justo hace un año se jugó el mismo partido", rememora antes de añadir que "aquel día mantuvimos la puerta a cero y espero que esta vez también, pero logrando los tres puntos". Fue un 18 de enero de 2015 y el 0-0 de entonces sirvió de poco en el entonces convulso equipo insular. "El ambiente estaba muy cargado", reconoce, "pero acabamos el año bien, pese a que no fue fácil". Por entonces, el público pedía la destitución de Álvaro Cervera, que acabó siendo destituido dos semanas después.

En lo personal, el internacional venezolano no tiene queja de su reentrada en el club blanquiazul pese a las dificultades mencionadas. Ha jugado todos los encuentros, excepto dos por compromisos con su selección. "He tenido la oportunidad de aportar desde dentro del campo y estoy muy agradecido", asegura. Como contrapartida, se esfuerza cada día "tratando de estar siempre al máximo, tanto física como mentalmente".

Esta semana será especial para Dani por dos motivos. El primero por ese primer aniversario del regreso "a casa", algo que intenta "aprovechar y disfrutar cada día". Y el segundo, la posibilidad de enfrentarse al Numancia. En su cabeza, el recuerdo de la primera vuelta. Ese 6-3 es "probablemente de los peores partidos" que ha jugado en el Tenerife y a lo largo de su carrera. Pero en su cabeza no está el ánimo de revancha, puesto que aquellos puntos y la imagen dañada de entonces no se recupera por lograr ahora una victoria holgada. "Lo que queremos es ganar, sea de la manera que sea. Esperemos que la afición venga al reto planteado por el club y, con su apoyo, se queden los puntos aquí". Sería importante "para seguir creciendo". Es la forma políticamente correcta que tienen los blanquiazules de seguir el mensaje lanzado por José Luis Martí en cada una de sus comparecencias. "Debemos ir partido a partido, día a día. Es una manera más sencilla de llevarlo todo, de llegar en las mejores condiciones a cada partido", reitera el guardameta que solo se alegra porque ahora el Tenerife está "en una situación en la tabla clasificatoria mucho más cómoda".

Y para seguir escalando, toca romper estadísticas. Ganar el tercer encuentro consecutivo, o el segundo en casa, sería dar un paso adelante. "Será difícil porque es uno de los equipos más goleadores y tienen peligro tanto en juego como a balón parado porque tienen a uno de los mejores lanzadores de falta de la categoría y a muy buenos rematadores", advierte pidiendo "especial atención". El juego pasa a ser algo secundario, aunque "tener mucho el balón y en campo contrario ayudaría a sufrir menos daños". Y es que Dani cree que ganando "cuatro partidos seguidos, incluso jugando mal, vendrá más gente al estadio".