Lo que parecía un camino de rosas no lo será tanto. La renovación de Omar Perdomo por el Tenerife se ha estancado y, aunque las dos partes siguen manifestando su intención de llegar a un acuerdo, puede que las negociaciones se encuentren en el momento de mayor frialdad desde que se iniciaron. De hecho, quedaron frenadas en el primer paso. En el contrato del jugador existe una cláusula de renovación unilateral que el club puede hacer efectiva haciéndoselo saber al interesado antes del 15 de junio.

Hace diez días fue citado en la sede de la entidad blanquiazul, se le comunicó oficialmente que se le aumentaba una temporada el vínculo que les unía acogiéndose a la opción descrita y el futbolista se negó a firmar. Ocurre que, en el documento, se respetaban las condiciones ya reflejadas en el contrato actual y no las que había puesto sobre la mesa Promoesport, agencia de representación del grancanario. Para los responsables deportivos y económicos del equipo insular, este paso previo es absolutamente ineludible para luego negociar una mejora de las cantidades económicas a percibir. De hecho, Alfonso Serrano ya había reconocido públicamente que a Omar se le quería renovar. "Pero tampoco estamos preocupados porque tiene un año más de contrato. Si podemos, le vamos a renovar, si llegamos a un entendimiento bueno para él y para el club, nosotros estamos encantados de que renueve por más años", matizó en su última comparecencia.

El secretario técnico blanquiazul ya dejaba entrever la seguridad de contar con el extremo hasta junio de 2017. Sesé Rivero, en una entrevista publicada por EL DÍA, también dejó clara la intención de seguir contando con él. "Es merecedor de llegar a un acuerdo de futuro mejor con el Tenerife. Ya le hemos transmitido que esta es la idea, revisar sus condiciones. Creo que se lo ha ganado", dijo.

Omar Perdomo defiende sus intereses. Quiere más años de contrato y más dinero. En el club, mientras, temen que ya tenga equipo. Sobre todo porque su primer paso no parece especialmente amistoso, ya que niega la validez del contrato. Incluso, sus representantes han deslizado la posibilidad de acogerse a la cláusula de rescisión presuntamente abusiva que tiene el futbolista para que quede desligado sin necesidad de abonar cantidad alguna por su salida. Ya hay jurisprudencia al respecto, aunque el proceso no sería amistoso y sí algo largo.

Un detalle que apunta en esta dirección es que el propio Omar acudió esta semana a la Federación Tinerfeña para preguntar cuándo finalizaba su contrato a ojos del citado organismo. Antes de llegar a ese extremo, quedarán agotadas todas las vías para un entendimiento. Pero tendrá que ser el grancanario el que tienda puentes de nuevo, puesto que en el otro lado ya se piensan medidas de fuerza para hacer valer lo firmado. Mientras, Agoney Peraza, uno de sus agentes, habla de "renovación en camino". En las próximas horas debe haber novedades.