"Es una categoría tan igualada, que el que gana tres o cuatro partidos seguidos se mete arriba". Esta es una de las frases más comunes en las declaraciones de entrenadores y jugadores cuando analizan los intentos de cada equipo de definir sus objetivos. El Tenerife se encuentra ahora en ese tránsito que puede brindarle la opción de dar el salto en la clasificación que lleva semanas persiguiendo.

Después de derrotar al Llagostera y al Mirandés en las dos últimas jornadas, se le presenta la oportunidad de enlazar tres victorias por primera vez esta temporada. Ya tuvo esa marca en sus manos tres veces, pero siempre empató tras encadenar un par de triunfos. Le pasó con Agné, cerrando la racha con un 2-2 en Almería, y con Martí cuando debutó (se impuso al Alavés y al Albacete e igualó con el Córdoba) y luego en enero, siguiendo la misma serie (pleno en los choques con la Ponferradina y el Bilbao Athletic y tablas con el Numancia). Si hoy supera al Almería, repetirá un registro que no consigue desde abril de 2014.

El impulso que le daría el "9 de 9" situaría al equipo más cerca de la promoción, teniendo por delante el último tercio de la Liga. Comenzó la jornada a una distancia de siete puntos con el sexto y la derrota de ayer del Osasuna le permitirá reducir esa diferencia con total seguridad, siempre que gane hoy. De paso, encontraría motivos de sobra para no sentir el agobio de pensar solo en la permanencia. De hecho, los 10 puntos de margen con el decimonoveno de la tabla con los que salió de Anduva, representan un margen suficiente.

El Tenerife se enfrenta a ese desafío con la particularidad de mantener el dibujo táctico que empleó en la visita al Mirandés. Martí indicó el viernes que "lo que sale bien, no se toca", de manera que repetirá el 4-4-2 (o 4-2-3-1) que tan bien funcionó en Miranda de Ebro.

Además, es muy probable que participen de inicio los mismos titulares, con la excepción de Jorge, que debe cumplir una jornada de suspensión. Para sustituir al joven central, el técnico maneja las opciones de Germán y Alberto. El majorero se perdió el encuentro anterior por una enfermedad y vuelve a estar disponible; esta vez más cerca de la defensa que del centro del campo, lugar en el que la pareja formada por Vitolo y Aitor parece fija. Volviendo a la zaga, hay otra duda en el lateral derecho. Martí alternó en las cuatro últimas jornadas a Cristian y a Cámara, eligiendo al catalán para los partidos en casa y al madrileño, para los que se disputaron fuera.

En las demás demarcaciones no hay incógnitas por despejar. Suso y Moutinho se han afianzado en los extremos y Lozano y Nano se han ganado el derecho, con ocho goles cada uno, de ser los delanteros titulares. El caso del lagunero es especial, dado que marcó cuatro de los cinco últimos tantos del Tenerife. Sus dos dobletes seguidos han lanzado al canterano.

En el otro lado estará un club que inició la Liga como uno de los favoritos a subir a Primera, categoría en la que jugó el curso pasado. En cambio, su realidad es opuesta, pues necesita puntos para salir de los cuatro últimos puestos. Lleva desde la sexta jornada en la parte de descenso y espera salir hoy, ganando en el Heliodoro y beneficiándose de otros resultados.

Gorosito, el cuarto técnico del Almería en esta temporada, suma nueve partidos en el cargo con el mismo número de triunfos, empates y derrotas: tres. Al igual que sus antecesores, aún no ha visto ganar al conjunto andaluz a domicilio. No obstante, se trata de un equipo que solo ha caído seis veces (cinco por la mínima diferencia) y que ha empatado siete encuentros fuera. Sus dos últimas salidas demuestran que es un rival competitivo, pues sumó en los campos del Alavés y del Osasuna.

En cuanto a las altas y las bajas, destaca el regreso de su máximo goleador, Quique González (7 tantos), que descansó el fin de semana pasado por una sanción. Por contra, Gorosito pierde a Soriano (arresto federativo) y no recupera al lesionado Morcillo. Además, viajó Ximo, que era duda.