El Tenerife volvió a tropezar en casa, pero su juego ha evolucionado. En el campo, el equipo de Martí ha restado las distancias que tenía antes con los rivales de la zona de "play off". No obstante, en la clasificación no se acerca arriba, lastrado por una mochila en la que le pesan su mal comienzo de temporada y los obstáculos que se le ponen en el camino de manera insospechada. Esta vez fue una expulsión desmedida, que desequilibró el partido a más de media hora del final. La tarjeta roja a Cámara no venía a cuento, en especial después de que el propio colegiado le perdonara la segunda amarilla a Chuli (45''). Fue un partido sano, viril, nunca sucio, y hubo ¡11 tarjetas! El equipo que más quiso jugar se quedó con diez. Contra estos factores no se puede luchar. Hay señales inequívocas del crecimiento del Tenerife de Martí. La asignatura pendiente en casa era su juego de posición, reto acentuado ayer por la disposición táctica de un rival con 5 defensas, protegidos por una segunda línea de 4, con Chuli arriba, solo esperando las diagonales de Iván Sánchez y Quique cuando los laterales los empujaban hacia zona de ataque. Pero frente a la dificultad de encontrar huecos por los que ser profundo, el Tenerife buscó soluciones para aprovechar el manejo continuo de la pelota. Martí volvió a apostar por el 4-2-3-1, con Lozano entrando y saliendo de la punta. El equipo blanquiazul ajustó de manera admirable su balance defensivo, no sacó a los laterales a campo ajeno y se hizo con el control de la situación. Martí buscó la profundidad de dos maneras: en los primeros 25 minutos lo intentó haciendo bajar a Lozano a enganchar entre los pivotes y Nano. De esa apuesta salió la primera jugada de peligro, cuando un pase del Choco dejó dividida la pelota entre Suso y Casto, que acabaron chocando. A partir del 25'', el equipo propuso otra manera de llegar al área, consistente en cerrar hacia el medio a los dos jugadores de los costados (suso y Moutinho). De esta forma habilitó las entradas por fuera de Raúl Cámara, que llegó a la línea de fondo varias veces, aunque no consiguió filtrar el último pase. Como variante, cuando pudo, combinó frente al área en clave de habilidad en espacios cortos, con Lozano, Nano y Suso. Un robo de balón de Nano propició la mejor opción, pero a su pase sobre el área pequeña no llegó el hondureño (26''). La primera parte se jugó solo en campo visitante, el Tenerife tuvo dinamismo, continuidad en la posesión local y detalles ofensivos que complacieron al público. Camino del descanso, el único lunar fue la permisividad del colegiado con una acción de Chuli que pudo (debió) significarle la expulsión. En el vestuario Gorosito modificó su dibujo. Quitó a Chuli y sumó un segundo punta, pero mantuvo los cinco del fondo y puso más pegado a ellos a Fatau, para evitar esos movimientos de Moutinho y Suso o de Lozano, en zonas intermedias. El partido se igualó, porque el Almería encontró más referencias alejadas de su área y logró estirarse. En esas estábamos cuando llegó la jugada clave. Un balón dividido al que llegó antes Casto, Raúl Cámara metió la pierna y golpeó al portero, que teatralizó lo suficiente para que el colegiado entendiera la acción de manera desmedida. El Tenerife se quedó con 10 jugadores a 34 minutos del final. La mayor parte de lo que sucedió después fue táctico. Martí arregló primero lo posicional: quitó a Moutinho, dio entrada a Cristian en el lateral y formó con 4-4-1. Luego puso énfasis en lo puramente futbolístico y para ello tiró de Javi Lara, en lugar de un fatigado Lozano. Aunque el Almería, que siguió con los cinco al fondo, se hizo con el dominio de la pelota y Dubarbier probó por primera vez a Dani (65''), el Tenerife no se descompuso, administró sus posesiones girando alrededor de la seguridad que da Lara con la pelota. Nano, solo en punta, apareció en cada jugada, cayó a los costados, enganchó todos los pases como única referencia, y trajo de cabeza a Ximo Navarro, un líbero a la antigua usanza. Una acción de Suso, brillante en el juego entre líneas, pudo abrir el camino del triunfo. El tacuense ganó la línea de fondo y puso el balón en el corazón del área, pero Nano no llegó por un pelo. Faltaban 12 minutos. Fue el mayor sobresalto, junto al que protagonizó tras una buena acción individual el recién entrado Pozo, que resolvió bien Dani en el 81''. El último movimiento local fue la apuesta por la velocidad de Omar, pero no hubo tiempo de sorprender a un rival plano, que se va conforme con el empate porque ni contra diez jugó para más.

Rueda de Prensa del entrenador del C.D. Tenerife, Jose Luis Martí