La cláusula de rescisión. Ahí parece residir el principal problema para que el Tenerife y Omar Perdomo sellen un acuerdo para la continuidad del futbolista en el equipo por lo que resta de temporada y otras dos más. Hasta la duración, que se fijaría por tanto hasta el 30 de junio de 2018, parece acordada. Incluso, las cantidades económicas. Esta última cuestión, que suele enquistarse en las negociaciones para las mejoras de contrato de los canteranos que comienzan a despuntar, no parece un obstáculo a día de hoy. Sin entrar en detalle, el futbolista grancanario pasaría a percibir una cantidad que estaría por encima de los 80.000 euros. No sería de los mejor pagados de la plantilla, pero tendría ficha profesional y superaría sensiblemente el límite salarial establecido en Segunda División en 77.500 euros a partir, precisamente, del próximo curso, según el convenio AFE-RFEF-LFP.

De esta forma, solventado el número de años y el dinero a percibir solo quedaría fijar la cláusula de rescisión. Pero ahí no se ponen de acuerdo. La idea de la entidad blanquiazul pasa por mantener su línea de actuación en este tipo de casos, estableciéndola en una cantidad que estaría entre dos y tres millones de euros. Sin embargo, la agencia de representación de Omar Perdomo (la empresa Promoesport) considera abusivas estas cifras y ha solicitado que se rebaje hasta los 700.000 euros. Por esta razón, ha bloqueado la firma de la renovación automática que el Tenerife puede ejercer de forma unilateral. Hace semanas, cuando el futbolista grancanario fue citado en la sede del club, se negó a rubricarla aduciendo que sus agentes le habían dicho que iba a admitir un contrato con ficha amateur y que ese acto supondría la aceptación de una cláusula de rescisión por encima de la legalidad.

A los negociadores blanquiazules este acto de rebeldía les sonó a amenaza. Por eso, el club se ha enrocado en esa firma como paso previo para la mejora del jugador. En otras palabras, o acepta previamente la renovación automática o dará por renovado el contrato por una temporada. En ese último caso, la ruptura sería un hecho. El Tenerife tendría que decidir entre inscribir a Omar en el filial de Tercera o en su primer equipo, pero solo podría jugar con uno de ellos al tener más de 23 años la próxima campaña. El jugador, por su parte, se plantearía denunciar el contrato para desligarse. Una de las partes tendrá que ceder para que el acuerdo que (presuntamente) todos quieren sea una realidad.

Lo que defiende Promoesport...

La agencia de representación de Omar Perdomo no otorga validez al contrato porque considera abusiva la cláusula de rescisión, algo que le permitiría luchar por la desvinculación del futbolista sin tener que cumplir el año de más que el Tenerife entiende que firmó.

Quiere negociar el nuevo vínculo de cero para garantizar que el club rebaja esa cláusula y cumple con Omar, mejorando sus condiciones y firmando un contrato profesional.

Le ha dicho al jugador que no acepta la renovación automática como paso previo para la mejora, puesto que esto supondría atarse a las cantidades que ofrece el Tenerife sin garantías.

No quiere hacer declaraciones públicas, insiste en seguir negociando y en la intención del jugador de quedarse en la Isla renovando su contrato de forma justa.

Espera que el Tenerife no baje a Omar Perdomo al filial ni tome otro tipo de medidas. En ese caso, valoraría sus opciones para defender los intereses de su representado de la mejor manera.

Lo que defiende el CD Tenerife...

El club no entiende que Omar Perdomo diera por bueno el contrato y las condiciones (como la cláusula de rescisión) recogidas en él cuando lo firmó el 27 de enero de 2015 y tenga dudas ahora.

No puede aceptar negociar de cero el nuevo contrato porque supondría reconocer la invalidez del anterior, que ha usado con éxito en muchos casos.

Pide al jugador que acepte la renovación automática como paso previo para la mejora que ya tiene prácticamente acordada con sus agentes.

Le sorprende que la misma agencia de representación firme el contrato de Ale Pipo en enero con unas características muy similares al de Omar sin poner pegas. Teme que sea una excusa para llevárselo a otro club.

Se compromete a que el grancanario tenga ficha profesional desde el minuto 1 de la próxima temporada y sea jugador del primer equipo a todos los efectos.

No descarta tomar medidas drásticas si no hay solución antes de una semana.