El funcionamiento defensivo del Tenerife ha alcanzado su mejor nivel en lo que va de temporada. Son cuatro ya los encuentros (Almería, Leganés, Zaragoza y Osasuna) en los que no ha encajado un solo gol. Pero además concede muy pocas ocasiones a su rival. Y cuando lo hace, ahí está Dani Hernández para desbaratarlas con sus intervenciones.

No fue el único atinado en el día de ayer, puesto que los centrales Germán Sánchez y Carlos Ruiz se emplearon acierto en uno de esos días en los que acumulan muchas intervenciones agobiados por el juego directo del rival.

El caso es que ya son 370 minutos sin que un rival de los blanquiazules festeje un gol. El último en hacerlo fue el Mirandés y lo logró de penalti. En jugada, hay que remontarse a la semana anterior. Fue Imaz el que, en el Heliodoro Rodríguez López, logró el único gol del Llagostera en su visita a la Isla. Desde entonces, son ya 514 minutos en los que una acción ofensiva no acaba en un tanto contra el Tenerife.