El Tenerife acepta el desafío de puntuar en las dos visitas consecutivas que le plantea el calendario, a El Arcángel y Montilivi, con el aval de su poco habitual -por lo positiva- trayectoria a domicilio.

El equipo blanquiazul fue capaz de vencer en los campos del Llagostera -la única con Agné en el banquillo-, Albacete, Ponferradina, Mirandés y Leganés -líder en ese momento-, y empató en los del Huesca, Almería, Elche, Osasuna y Alavés. En total, cinco victorias y otras tantas igualadas en un total de dieciséis salidas.

Sin ser el mejor registro de la categoría -hay siete rivales con más puntos a domicilio, aunque algunos con uno o dos partidos más-, sí es una marca sobresaliente en el recorrido del Tenerife por la categoría en la que más ha competido, la Segunda División. En sus treinta y nueve participaciones, el representativo solo igualó o superó los 20 puntos en sus dieciséis primeros encuentros como visitante -o el equivalente cuando los triunfos se premiaban con dos puntos- en las campañas de sus tres últimos ascensos a Primera División: 2008/09, 2000/01 y 1988/89.

Cuando el Tenerife subió de la mano de Oltra, cubrió el tramo de dieciséis partidos fuera añadiendo a su clasificación 23 puntos, solo tres más que el equipo de Martí. Ocho campañas antes, el conjunto entrenado por Rafael Benítez estableció el récord al obtener 26 puntos lejos del Rodríguez López, mientras que en el curso del ascenso con Benito Joanet la serie fue de cinco triunfos y seis empates y cinco derrotas.

En otras temporadas se acercó a la veintena en sus primeras dieciséis visitas, pero no llegó a alcanzar esa cifra. Por ejemplo, hace dos ejercicios, estando Cervera en el banquillo, logró 17, igual que en la Liga 2004/05. Mucho mejor fue el saldo fuera de casa en la campaña 99/00 (con Sandreani, Castro Santos y Cappa), pues acumuló 19 unidades en ese período.