El Tenerife se enfrenta a un casi imposible si quiere jugar el "play-off" de ascenso a Primera División. Al menos, eso dicen los números y la historia. Para llegar a la sexta plaza hay que alcanzar los 64 o 65 puntos, con lo que los blanquiazules necesitarían ganar los cinco encuentros que les quedan (llegaría a 66) o cuatro de ellos y empatar el otro (64). En este punto, la estadística: jamás ha conseguido protagonizar un final de Liga así en Segunda A.

En sus 38 experiencias anteriores en la categoría de plata, solo hay dos precedentes de ejercicios en los que llegó a cuatro victorias. En ambos casos, subió. Se acercó mucho en el curso 08-09. Ganó a Alavés (3-0), Sevilla Atlético (0-4), Xerez (2-0) y Girona (0-1). Pero ya ascendido, regaló el título cayendo en casa ante el Castellón en la jornada 42 (1-2), en un choque que sirvió como despedida del capitán Cristo Marrero.

Algo parecido aconteció en la anterior celebración de un viaje a Primera ganado en los terrenos de juego. En la exitosa campaña de Benito Joanet en el banquillo, la 88-89, el Tenerife solo perdió ante el Real Burgos (0-1), gracias a una portentosa actuación del portero rival Bastón. Dos semanas antes, había derrotado al Alzira (2-0) y luego al Mallorca (1-2). Y después de la derrota, hizo lo mismo con el Castilla (1-2) y el Figueres (4-2). El tropiezo fue suficiente para hacerle caer a la promoción, en la que acabaría superando al Real Betis.

Hay otra decena de precedentes (53-54, 54-55, 57-58, 63-64, 73-74, 74-75, 87-88, 00-01, 02-03 y 06-07) en los que ha ganado tres de los últimos cinco partidos el cuadro insular, una cifra que sería insuficiente en este caso de extrema necesidad.

El calendario depara ahora tres visitas: Mallorca, Alcorcón y Bilbao Athletic. Tendría margen para "solo" empatar en una de ellas si gana en las otras dos y suma los seis puntos que le quedan por disputar en casa (Valladolid y Ponferradina). No hay más cuentas, salvo hundimiento extremo de la puntuación de los candidatos al "play-off" en este tramo final. Pero esa opción resulta improbable con tantos equipos metidos de lleno en la lucha.