Este cuento se ha acabado. La derrota en Mallorca -segunda consecutiva a domicilio-, sesga definitivamente las mínimas opciones que mantenía el CD Tenerife por acercarse a la zona de "play-off". Una derrota que encalla a los de Martí en la media tabla de la Liga con 51 puntos, y que de paso supone un aterrizaje brusco a la realidad de un Tenerife al que le faltan cosas para llegar a ser un aspirante de verdad. Por ejemplo: para un teórico aspirante a pelear por subir, dos meses sin sumar tres puntos como visitante es un lastre más que pesado como para cerrar las puertas de la zona noble. Desde que Javi Lara enchufara el libre directo en Butarque, el pasado 13 de marzo, el Tenerife solo ha conquistado tres de los últimos 15 puntos que ha jugado fuera de casa, con el agravante de que ya son cuatro jornadas sin ganar un partido, lo que le ha impedido acercarse a ese pelotón de rivales de la parte alta. Un rival inocuo para sus oponentes, que compite bien de medio campo hacia atrás, pero que arriba sigue siendo estéril en la mayoría de ocasiones que sale a campo foráneo. Salvo los dos goles anotados por Nano en Vitoria, lo habitual es que la meta rival no sufra daño alguno cuando recibel al cuadro insular, algo que en Son Moix se volvió a repetir. En Palma la apuesta de Martí para meterle mano a "su" Mallorca fue de inicio por la línea de la verticalidad de Suso y Omar por los flancos y con Lozano de compañero de Nano. Más bien fue una declaración de intenciones porque a los blanquiazules les costó en la primera parte preocupar a la defensa bermellona. Un primer intento de Nano, en el minuto 13, que conectó con Lozano en remate forzado, fue lo que propuso en ataque el conjunto visitante. Antes, en el minuto cinco, fue una pérdida de Ricardo la que provocó la aparición más peligrosa del cuadro local en el primer acto, despejando Dani el duro disparo de Pereira. A partir de ahí, el juego fue a menos a pesar de que se acabaron sacando 10 saques de esquina entre los dos equipos -siete para el Tenerife y tres para los mallorquinistas-. El Mallorca dominaba pero no mordía, el Tenerife, "impreciso e irreconocible", como afirmaron después del partido jugadores como Suso o Raúl Cámara, no estaba suelto, no percutía a una defensa débil en la que Aveldaño y Yuste no tuvieron grandes dificultades para atajar las esporádicas aproximaciones de los blanquiazules. Tal vez el hecho de querer jugar con la ansiedad del Mallorca hizo menos atrevido al combinado de Martí, otra vez con una versión mala de Lozano -y ya van unas cuantas- y con Ricardo que no pudo darle movilidad al centro del campo. Pero tampoco es que los de Fernando Vázquez fueran más incisivos, por lo que la primera mitad acabó con silbidos desde la grada hacia los bermellones. Se esperaba un CD Tenerife más directo en el segundo tiempo, con más intención de sacudir a un oponente dubitativo, pero no fue así. Poco a poco el Mallorca se fue adueñando de la situación y las apariciones por la portería tinerfeñista fueron en aumento. En el cuadro de Martí fue un querer y no poder continuo. Suso no estaba fresco, Omar Perdomo intermitente, y entonces decidió Vázquez mover piezas. La entrada de Brandon primero y de Pol Roige y Acuña posteriormente activaron a los baleares, que fueron ya directos en busca del gol. Pero fue el Tenerife el que pudo dar primero si Germán llega a orientar mejor un remate de cabeza tras falta botada por Javi Lara, que entró al partido avanzada la segunda mitad. El testarazo del central gaditano a los 74 minutos se marchó como en Girona, desviado, y poco más se supo de un Tenerife que tuvo luego un tiro lejano de Omar que casi sorprende al portero alemán del Mallorca. Así, el guion fue acercando al Mallorca al triunfo y fue a diez minutos del final cuando llegó la acción del uno a cero (80''). Oriol centró desde la izquierda y Ortuño sí que envió esa pelota al fondo de la meta de Dani. Vitamina para los locales y sentencia a un Tenerife que gozó al final de una falta de Javi Lara que desvío la barrera. La derrota condena al Tenerife a tierra de nadie en lo poco que queda de Liga, pero deja la perspectiva de un grupo que lo intentó hasta que pudo. Mal partido, pero destacada segunda vuelta de un equipo que allá por noviembre olía muy mal.