El fútbol de Segunda, cerrado, físico e igualado, está en manos del nivel de los delanteros. El Tenerife, que sin el balón trabaja tanto como el que más, ha hecho descansar su sueño de jugar el "play off" en la altísima eficacia de este chico, Nano, que da la sensación de ser una fuente inagotable de recursos. A saber cuántos le quedarán. Ayer despertó un partido plomizo con dos apariciones estelares. La primera, en el 30'', en su especialidad más recurrente, un desmarque a la espalda de los centrales terminado con una ejecución impecable antes de que se le echase encima Kepa. La segunda, con la exhibición de otra de sus grandes virtudes: la velocidad de ejecución. Nano no da ni un suspiro de margen a los defensas cuando decide armar el tiro. En una sola acción, según le llega la pelota la golpea y, ya no es fruto de una simple racha, el 90 por ciento de los intentos van entre los tres palos. Ayer cuajó un derechazo impresionante -entre el punterazo y el exterior del pie-, y puso la pelota en la escuadra. Era el minuto 41'', solo habían transcurrido diez desde su primera comparecencia con el gol que la gente ya espera de él cada semana, pero el zambombazo no fue recibido de cualquier manera. El Heliodoro se rindió a su nueva estrella. Ni siquiera hubo tregua en la celebración cuando Mojica estrelló el balón contra el larguero de Dani en la jugada siguiente al lanzar una falta -fue el primer remate pucelano-, en el 43''. El trámite de esta primera parte merece un tipo de reflexión menos optimista que la que se desprende del relato de los goles. El Tenerife apretó en la presión durante media hora, eso le permitió juntarse en el campo del rival e impedir que el Valladolid saliera de su mitad. Ahora bien, en la apuesta de vestir su juego de un estilo combinativo, al Tenerife se le ven los defectos. No es un equipo hecho para tocar, porque no es capaz de darle velocidad para superar líneas. Cuestión de limitaciones en el aspecto de la precisión. Lara se quedó generalmente emboscado entre las líneas visitantes y al equipo le faltó movilidad por delante del balón para abrir vías por las que profundizar. Aun así, fue el dueño absoluto de la situación y se jugó a su ritmo. Con 2-0, tras el descanso, Alberto López quitó a Leao, se quedó con Borja solo en el eje y colocó a Renella para hacer un 4-1-4-1. De seguido, su equipo se encontró con el gol de Óscar, para el que no habían producido nada de juego. Fue en una segunda jugada tras una falta sin peligro, pero la lucha de Roger y la falta de contundencia de Carlos dejaron el balón suelto para que el veterano media punta estrechase el marcador. Era el minuto 60. El partido se abrió porque el medio del campo se descubrió. Entonces, Martí (que ya se había visto obligado a prescindir de Aitor por lesión) hizo el cambio que hace siempre, la misma sustitución que realiza cuando el partido llega a la hora de juego con 0-0. Entró Lozano y se fue Lara. El hondureño, escalonado por detrás de Nano, rellena el campo y gana todas las disputas, pero, en general, el equipo pierde pausa y no gana tampoco en calidad de pase para correr mejor la contra. Es una ida y vuelta evitable, aunque es verdad que el equipo no sufre porque su bloque defensivo -los seis del fondo- no arriesgan hacia delante. El Tenerife se recostó en un repliegue cómodo ante un rival sin alma, que no generó ni una sola ocasión, porque no creó superioridad en ninguna zona de su poblado ataque, aunque tampoco las salidas locales a la contra terminaron de ser una amenaza en la medida del potencial que tenía Martí en el campo. El árbitro le anuló un gol legal a Nano (79'') que surtió su repertorio con un cabezazo pleno de picardía en una posición de esas que no se anulan, porque no gana ventaja el delantero por tener el brazo más adelantado que el cuerpo de su rival. Camino del final del encuentro había más incertidumbre que miedo real a un equipo que no asustaba. Entró Omar (77''), se fue Nano con molestias musculares y Martí recompuso el dibujo, colocó dos líneas de cuatro, con Omar en la derecha, y avanzó a Suso al "9", para "hacer de Nano". Los dos, el tacuense y el hondureño, engancharon la contra deseada ya en el descuento: condujo Suso y al llegar a tres cuartos entregó el balón medido a Lozano, que se fue, dribló a Kepa, amagó para sentar al defensa y marcó a puerta vacía. Una obra de arte que sella los méritos y alcanza para seguir soñando. Con este final de Liga y, sobre todo, con la que viene.

3-1

tenerife-valladolid

CD Tenerife: Dani Hernández; Cristian García, Carlos Ruiz, Germán, Saúl; Vitolo, Aitor Sanz; Suso Santana, Moutinho; Javi Lara y Nano. En el minuto 47, Ricardo entró por Aitor Sanz; en el 63'', Lozano sustituyó a Lara; y en el 77, Omar suplió a Nano.

Real Valladolid: Kepa (1); Javi Moyano (1), Juanpe (0), Hermoso (1), Nikos (0), Borja (1), Leao (0); Manu del Moral (0), Mojica (0); Óscar (1) y Roger (1). En el descanso se quedó en la caseta Andé Leao y entró en su lugar Renella (0); en el 59'', Guzmán (0), por Mojica.

Árbitro: Valentín Pizarro Gómez (Comité Madrileño). (1). No llevó mal el partido, pero en la segunda parte no dio sensación de controlar la situación. Es dudosa la posición de Nano en el primer gol, pero por contra parece claro que el tanto anulado al propio Nano (73'') era legal. Amonestó a los jugadores locales Suso (37'') y Saúl (44''), y a los visitantes Javi Moyano (34'') y Borja (49'').

Goles: 1-0, m. 29: Pase al espacio de Aitor Sanz que habilita solo a Nano, el delantero deja botar el balón y cruza ante la salida de Kepa; 2-0, m. 41: Nano sorprende con un cañonazo de puntera desde la frontal y la pelota entra por la escuadra; 2-1, m. 60: Óscar remata en el área un balón suelto tras una disputa de Roger desde el suelo; 3-1, m. 91: Suso cede a Lozano, que encara, regatea a Kepa, sienta al defensa con un amague y marca a puerta vacía.

Incidencias: Encuentro correspondiente a la trigésimo novena jornada de Liga Adelante, disputado en el Heliodoro Rodríguez López, ante 7.714 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Valladolid, completamente de negro. En el descanso el club rindió homenaje a su equipo cadete, campeón de Canarias. Tímidos silbidos a Moyano y pancarta en el fondo agradeciendo el compromiso de los jugadores en la temporada.