Hay maneras y maneras de despedirse de una temporada y el CD Tenerife eligió la más fea: perder dando sensación de desidia en muchas fases del partido ante un rival menor y ya descendido como el Bilbao Athlétic, que tuvo más amor propio y orgullo que un Tenerife que salió a Lasesarre a cubrir el expediente, y que acabó pagando su pobre primera parte y sus pecados en las dos áreas. Porque cuando quiso conectarse al partido no encontró el camino del gol, disponiendo de unas cuantas acciones claras que tuvieron a Nano de protagonista, pero esta vez sin acierto. Pero el partido ya lo había perdido por su falta de intensidad a la hora de defender las jugadas de los tantos del cuadro vizcaíno, donde la zaga blanquiazul estuvo pasiva y contemplativa en exceso. La idea era competir en el último partido del curso, pero se quedó en eso, en una intención que no llegó a demostrarse en un escenario que tampoco invitaba al estímulo. Apenas 727 espectadores en las gradas del coqueto campo de Lasesarre parecieron no motivar a un Tenerife más pendiente de las vacaciones que de acabar la Liga con mejores sensaciones. Porque este equipo de Pep Martí lleva varias semanas fuera de órbita, gravitando en una galaxia ya lejana de la zona de privilegio de la categoría. En Mallorca primero, luego en Alcorcón, la semana pasada ante la Ponferradina y ayer en Baracaldo, el combinado insular ha estado a años luz del equipo rocoso y fiable que fue semanas atrás, cuando luchaba con ferocidad por acercarse al "play-off". En esta ocasión, el CD Tenerife apenas apretó a su inexperto oponente, que sí se empeñó en buscar el triunfo desde el pitido inicial del encuentro. La formación titular que el preparador mallorquín del CD Tenerife puso en Lasesarre también fue discutible, con la presencia de algunos jugadores que no seguirán el año que viene en el club, y olvidando en el banquillo a otros que apenas han tenido protagonismo en la era Martí. En cualquier caso, un "once" con bastantes novedades en el que Roberto, Jorge, Jairo o Ricardo, que han jugado muy poco esta temporada, tenían su oportunidad desde el principio. No así Cristo González, que una vez no fue tenido en cuenta por Martí para ser titular cuando la ocasión parecía propicia. El filial rojiblanco puso más ímpetu en las primeras jugadas del partido y Roberto -el mejor de los blanquiazules ayer- se tuvo que emplear a fondo muy pronto. En el minuto nueve un disparo duro y ajustado de Jurgui encontró una buena parada del meta icodense, que detuvo también otros intentos del conjunto del "Cuco" Ziganda. Fue en el minuto 20 cuando una buena triangulación de Javi Lara, Ricardo y Jairo acabó con un centro del canterano al que estuvo muy cerca de llegar para el remate final Nano, que no pudo empujar a gol el pase del ex del Real Murcia. El Tenerife deambulaba con lentitud y sin chispa, y el Bilbao Athlétic tenía en Unai López, Olaetxea y Jurgui a sus jugadores más dinámicos, que encontraban con facilidad vía libre para acercarse a los dominios de un seguro Roberto Gutiérrez. El primer gol local llegó a los 23 minutos, en una falta lateral que defendió muy mal el Tenerife y que cazó Unai Bilbao en un buen remate de cabeza sin apenas oposición para el golpeo final. Solo una falta lejana de Javi Lara (33''), y un tiro de Vitolo desde la frontal que se fue desviado a córner (41''), fueron las apariciones más inquietantes de un Tenerife sin fe. El comienzo de la segunda parte trajo consigo el segundo tanto de los vascos nada más empezar (48''), con un balón colgado al área tinerfeña en el que Raúl Cámara estuvo muy inocente en su pugna con un rival y la pelota cae en las botas de Jurgui, que fusila a Roberto con el 2-0. Y pudo ser peor si no es por un penalti que detiene Roberto (55''), tras manos de Saúl en el área, pero el portero blanquiazul adivinó el golpeo de Jurgui y evitó el tercero de los locales. Con los cambios el Tenerife mejoró, y Ale González, Cristo y Aitor dieron otro aire al equipo. Nano tuvo un par de ocasiones muy claras en los minutos 74 y 77, pero primero el palo y luego el portero bilbaíno impidieron el tanto tinerfeño, que despide la temporada con mal sabor de boca tras una recta final de Liga en la que se fue desconectando poco a poco hasta acabar perdiendo ante un rival ya descendido.