Los primeros pasos del Tenerife en el mercado se encuentran con la nueva realidad de Segunda: los jugadores esperan a que acabe el "play-off" y a que los conjuntos recién descendidos, con mayor poder adiquisitivo y aspiraciones más ambiciosas, se posicionen para conocer sus verdaderas y mejores opciones en el mercado. A esto hay que añadir el nuevo contrato televisivo, que incrementa la capacidad de maniobra de los clubes. Aunque menos de lo que cabía esperar.

LaLiga, que quiere ver crecer a sus clubes, tiene otra prioridad que pasa por mantener el ritmo de decrecimiento de la deuda y sabe que el riesgo es mucho mayor en Segunda División, donde limitará la aportación de ese nuevo dinero televisivo al presupuesto fijado dentro del control salarial para el personal deportivo. El Tenerife, sin ir más lejos, manejó en torno a 3,6 millones de euros la temporada 15-16 para confeccionar su plantilla y alimentar también a sus categorías inferiores. El aumento esperado no llegará ni de lejos al millón de euros.

De esta forma, los primeros movimientos de Alfonso Serrano han reflejado la conveniencia de cambiar la estrategia de otros veranos si se quiere aspirar a un objetivo más ambicioso. Dada la cantidad de refuerzos que hay que acometer (pueden ser hasta nueve), la entidad blanquiazul elegirá tres puestos claves en los que realizará un desembolso considerable. Los fichajes podrían estar en el nivel más alto de los salarios del vestuario blanquiazul (por encima de los 200.000 euros). Sería la única manera de competir con algunos de los equipos importantes de la categoría.

Uno de los mediocentros y, sobre todo, el hombre polivalente de segunda línea (que puede adaptarse a la izquierda o la media punta) concentrarán el gasto. No obstante, se valora hacer pequeños esfuerzos si sirven para cerrar al lateral izquierdo preferido o un delantero que compita con Choco Lozano (casi cerrado) y Nano.

En cambio, José Luis Martí estaría dispuesto a aceptar jugadores de perfil más bajo en determinadas posiciones como la portería o incluso sacrificar un efectivo en el lateral zurdo, para el que aprovecharía la polivalencia de Raúl Cámara. Todo puede cambiar con los traspasos. Si se produce la salida de Nano o de algún cedido que reporte un beneficio económico, aproximadamente el 25 por ciento de la cantidad ingresada pasaría a engordar el presupuesto deportivo.