El 1 de mayo de 2015 se publicaba en el BOE el Real Decreto-ley 5/2015, de 30 de abril, de "medidas urgentes en relación con la comercialización de los derechos de explotación de contenidos audiovisuales de las competiciones de fútbol profesional en España". El Gobierno accedía de esta forma a la petición de LaLiga y los clubes para iniciar la venta centralizada de los derechos de televisión, que establece periodos de tres años como máximo de vigencia en los nuevos contratos, así como una serie de reglas para clarificar el reparto.

Siguiendo las estimaciones del organismo que rige la Primera y Segunda División, el trienio 2016-19 permitirá ingresar unos 1.500 millones de euros por temporada, una vez se vendan los distintos lotes de programación: partido de la jornada, partido en abierto, ocho encuentros restantes, resúmenes, Copa del Rey (excepto final), derechos internacionales...

De estos 1.500 millones de euros, el Real Decreto establece un diez por ciento para la categoría de plata, es decir, unos 150 millones. Un 70 por ciento de esta cantidad se repartirá a partes iguales (4,7 millones por equipo). Un 15 por ciento (22,5 millones) quedará distribuido en función de la clasificación de la temporada anterior, teniendo en cuenta que el mejor clasificado se llevaría en torno a un 17,5 por ciento, el sexto sobre un 7 por ciento y el peor clasificado, un 0,25. El 15 por ciento restante (otros 22,5 millones) se repartirá por "implantación social". Este apartado recoge criterios como los ingresos por abonos y taquillas, la audiencia televisiva y, a partir de la 17-18, aspectos relacionados con las instalaciones (estado del césped, iluminación, preparación para los equipos de televisión o los llenos del graderío en la U televisiva). Como factor corrector, ningún club podrá superar los 4,5 millones ni percibir menos de 450.000 euros por esta faceta.

Del total que reciba cada SAD, hay que descontar un 3,5 por ciento que se repartirá en distintas ayudas. El Consejo Superior de Deportes recibirá un 1 y creará un fondo de solidaridad para deportistas de élite. Un 2 será para la RFEF, quedándose la mitad destinado al fútbol modesto y la otra a la Copa y la Supercopa. El 0,5 restante irá a parar a las arcas del sindicato de futbolistas (AFE).

Los clubes podrán recibir otro pellizco de la competición del KO, pero para ellos deberán llegar hasta octavos de final (un 2,5 de los derechos). Si avanza otra ronda, sería un 6; cada semifinalista, un 9; el subcampeón, un 16 y el campeón, un 22 por ciento. Esto quiere decir que el Tenerife, por ejemplo, debería eliminar a tres rivales para recibir algo de dinero por la Copa.

En función de estos datos y los del borrador entregado por LaLiga en la Asamblea de la pasada semana en Villarreal, la entidad blanquiazul estaría en el puesto 13 de Segunda con poco más de 6,1 millones de euros de ingresos televisivos (en la 14-15 cobró 2,5 y en la 15-16 llegó a 4). El Zaragoza, que podría ser junto a los recién descendidos el más afortunado, rozaría los 9.

El salto con respecto a la Primera es tan importante que la UD Las Palmas tiene previsto ingresar más de 42 millones por los derechos de televisión en su segunda campaña en la élite. El ascenso, más que nunca, equivale a la salvación para cualquier club.

las cifras

4.500 millones quiere ingresar LaLiga con todos los lotes de derechos previstos para el trienio 16-19.

150 millones por temporada se repartirán los 22 equipos de Segunda División.

4,7 millones es el fijo que tendrá cada participante en la categoría de plata.

45 millones de euros se repartirán bajo criterios como clasificación, ingresos por abonados, audiencias y otros conceptos.