La clasificación de Francia para su tercera final de una Eurocopa y la eliminación de los actuales campeones del mundo resumidos en diez titulares.

Cinco motivos de la clasificación francesa

1.- Deschamps, autoridad flexible

Didier Deschamps ha impuesto su autoridad a las estrellas. En el segundo partido, no le importó sentar en el banquillo a Pogba o Griezmann para que reaccionasen y, ante Alemania, dio continuidad a Samuel Umtiti y Moussa Sissoko, pese a que ya podía contar con Adil Rami y N''Golo Kanté, que habían sido importantes en la fase de grupos.

Además, no ha mantenido un esquema rígido. Lo dijo la víspera del partido Joachim Löw; Francia es el equipo más flexible del torneo. Ha pasado del 4-3-3 al 4-4-2 o 4-2-3-1, en función del rival y del momento de juego de sus principales jugadores.

2.- La explosión de Antoine Griezmann

Llegó a Francia como un candidato a estrella y está a un paso de convertirse en el hombre del torneo. Criticado por su escasa incidencia en el juego del equipo al principio, ha crecido hasta convertirse en la referencia ofensiva. Es el máximo goleador (6) pero también ofrece alternativas cuando baja al centro del campo y es la principal baza al contragolpe, como se demostró contra Alemania.

3.- Hugo Llorís, el capitán discreto

Llorís, que ya ha superado al propio Didier Deschamps como el jugador que más veces ha llevado el brazalete (56) ha sido decisivo en la clasificación. Sin necesidad de ser espectacular, ni llamar la atención, el portero del Tottenham ha sido muy fiable.

Contra Alemania, sostuvo al equipo en la primera mitad, cuando los campeones del mundo encerraron a Francia en su área.

4.- Los actores secundarios respondieron

Francia supo sobrevolar sobre los problemas. En cualquier otro equipo, la baja de Benzema, Varane y Matthieu le hubiese descompuesto. En el de Deschamps, fueron apareciendo secundarios que encontraron su papel. Rami y Umtiti, pese a ser llamados a última hora, entraron en la dinámica del equipo, Olivier Giroud al fin se ganó el aprecio de la grada, que ya no reclama a Benzema.

5.- El Velodrome de Marsella, una caldera

Que una de las semifinales se disputase en Marsella y que aquí viniese Francia puede ser una casualidad. O no. La afición marsellesa es una de las "calientes" y estaba convencida de que su concurso era vital para derrotar a Alemania.

En el Velodrome se creó un ambiente único, de respeto al fútbol y al rival, pero muy apasionado. Deschamps, que dirigió al Olympique de Marsella, lo sabía y por eso quiso que su equipo saliese presionando arriba al rival para crear pronto ocasiones. Quería prolongar el momento de excitación de las gradas tras la "Marsellesa".

Razones de la eliminación alemana

1.- Las dudas de Löw

Alemania no se ha parecido a la selección que conquistó el Mundial, empezando por la dudas que le transmitió su propio técnico. Löw comenzó con Götze como falso 9, luego jugó con Mario Gómez en punta y, frente a Francia, situó al frente del ataque a Thomas Müller. Contra Italia, pobló el centro del campo, y frente a Francia volvió a un esquema más parecido al que le dio el triunfo en Brasil.

2.- "Expediente Müller"

Lo de Thomas Müller es un caso singular. El jugador ha marcado 10 goles en 13 partidos de Mundiales y ninguno en 11 de Eurocopas.

En ésta ha sido caótico. Obsesionado con el gol, el jugador del Bayern estuvo siempre descolocado. Marró un penalti en la tanda contra Italia y frente a Francia fue uno de los peores.

3.- Problemas en la concentración

No ha vivido Alemania una concentración tranquila. Muy criticado desde el principio, el equipo esperaba ir de menos a más, como le ocurrió en el Mundial, pero no ha sido así.

Los problemas comenzaron por la elección del propio lugar de concentración; en Evian les Bains, en la frontera con Suiza y lejos de todas las sedes, lo que les obligaba a largos desplazamientos. Oliver Bierhoff, director técnico de la Federación, llegó a ser acusado de haber llevado allí el equipo porque es la sede de la empresa con la que hace publicidad.

4.- Las lesiones trastocaron sus planes

No ha tenido suerte Löw con las lesiones, que le dejaron sin medio equipo titular en el momento decisivo. La de Mario Gómez afectó a su funcionamiento ofensivo, porque no encontró un buen recambio. La de Shami Khedira le dejó sin el complemento perfecto para Toni Kroos y la sanción de Matts Hummels, sin su mejor hombre en la defensa. En la semifinal, a estos se sumó Jerome Boateng, trastocando aún más sus planes.

4.- Una dura transición

A Alemania se le adivina una nueva brillante generación, pero la transición no será sencilla. En el momento decisivo, Löw volvió a apostar por Bastian Schweinsteiger, veterano, fuera de forma y con problemas físicos, porque necesitaba experiencia en el centro del campo. Un error del capitán cambió el curso del partido. Su ingenuo penalti no es propio del jugador europeo que más partidos de fases finales ha disputado (38). Fue fruto del esfuerzo por verse superado.

5.- Neuer esta vez no fue decisivo

El mejor guardameta del mundo no tuvo tanta incidencia en el juego del equipo como en Brasil 2014, cuando fue un jugador de campo más, casi un líbero. En esta Eurocopa brilló en la tanda de penaltis contra Italia, pero contra Francia un error suyo propició el segundo gol de Griezmann y la sentencia de la semifinal.