Carlos Abad-Hernández regresa al Tenerife sin cumplir sus dos años de cesión en el Real Madrid Castilla. De hecho, el club merengue ya ha comunicado al Tenerife de forma oficial que no cuenta con el meta para la próxima temporada, pero ahora será el club blanquiazul el que deba decidir si incluye al guardameta en la primera plantilla, en la que cubriría la vacante que deja libre la salida de Roberto Gutiérrez, o si, por el contrario, decide volver a cederlo.

Hay otros asuntos que resolver primero. Aunque el club blanco haya decidido desprenderse de Carlos, deberá satisfacer la parte diferencial en el segundo año del contrato. Carlos, el Tenerife y el Castilla firmaron una cesión por dos años, no por uno prorrogable. Al rescindir al final del primero de esos dos años, el portero pasa a cumplir los tres años que le quedan con el Tenerife, pero en la campaña que viene, la 2016/17, hay una diferencia entre la cantidad que figura en el contrato que tiene con el Tenerife y la que había en el vínculo con el Castilla. Ese diferencial lo debe pagar el Real Madrid, porque es el que pactó esas cantidades. El Tenerife, con buen criterio, considera que no le corresponde cumplir esa parte. El contrato establecía que había traspaso ahora, valía 2 millones y si se hacía en 2017, 3 millones.

El problema con el destacado guardameta portuense es otro. ¿Qué hacer con él? Para el primer equipo sería óptimo añadir a Carlos Abad-Hernández a su plantilla; habría dos futbolistas de absoluta garantía en el puesto, entendiendo que Dani Hernández parte como titular indiscutible. Pero, ¿conviene dejar en el banquillo a un valor tan prometedor como Carlos, con solo 21 años (los cumplió el 28 de junio)? Con ese planteamiento, tal vez, haya que esperar que el Tenerife opte por cederlo.

Carlos ha vuelto afectado por la noticia de su salida del Castilla, en el que realizó una gran temporada, con mal final, porque el equipo compitió francamente mal en los "play off", eliminado por el UCAM Murcia de la primera opción, encajando 4 goles, y por el Lleida, de la segunda, con otros 4 tantos en contra, aunque Carlos fue expulsado en la vuelta y no encajó ninguno de los tres tantos ilerdenses en el Di Stéfano.

El hecho de que el filial no haya ascendido y la rotación interna, que coloca a un hijo de Zidane en el Castilla, le ha cerrado las puertas. Zidane quiere que Yáñez siga siendo el tercero del primer equipo, y además llega su hijo Luca del juvenil para desplazar a Carlos, que ha recibido un varapalo.