El palista granadino José Manuel Ruiz, que será el abanderado español en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro, afronta la cita olímpica con el objetivo de añadir más medallas a las cuatro de su palmarés y superar el cuarto puesto individual en Londres 2012, la ''medalla de chocolate''.

Ruiz (Granada, 1978) vivirá en Río sus sextos Juegos Paralímpicos consecutivos, lo que le convierte en el deportista en activo con más participaciones. En ellos acumula cuatro metales: una plata individual en Sidney 2000, otra plata por equipos en Pekín 2008 y dos bronces por equipos en Sidney y Londres 2012.

En esta edición será el portador de la bandera española en la ceremonia de inauguración, una designación que fue anunciada ayer por el presidente del Comité Paralímpico Español, Miguel Carballeda, en la presentación del equipo español, que estará compuesto por 114 atletas.

"Sabía que había candidatos fuertes, otros deportistas con muchos méritos, tantos como yo. Pero le dije (al director técnico del Comité, Alberto Jofre) que en ilusión me podrán igualar pero no superarme. Desde ese momento estoy tratando asimilarlo, porque es algo muy grande", confesó Ruiz en una entrevista con EFE.

El palista granadino fue objeto durante los últimos meses de una activa campaña en redes sociales desde la capital nazarí que le reclamaba como abanderado, con la palabra clave o ''hasthtag'' en Twitter ''JMRuizAbanderadoParalimpicoRio16''.

"Ser abanderado es algo único e irrepetible, que solo puede pasar una vez en la vida si llega a pasar. Espero disfrutar de esta experiencia, los Juegos van a ser especiales para mí, y espero compartirlo con todos mis compañeros", continuó el palista granadino.

Sucederá en esta labor al atleta David Casinos (Pekín 2008) y a la nadadora Teresa Perales (Londres 2012). "Son dos referencias a nivel mundial en el mundo paralímpico, tengo esa carga de responsabilidad y espero estar a la altura", dijo.

En el apartado deportivo, José Manuel Ruiz es el cuarto del ránking mundial de tenis de mesa paralímpico en la clase 10, en la que compite y donde su compañero aragonés Jorge Cardona ocupa el puesto decimotercero.

"Espero estar en la lucha por las medallas, donde he estado en todas las ediciones que he participado salvo en Atlanta 1996 que fueron mis primeros Juegos", explica el palista granadino, que en Londres logró un bronce por equipos junto a Cardona (con quien fue plata en Pekín 2008) pero se quedó a las puertas del bronce individual al perder con el indonesio David Jacobs.

"Aunque en otros Juegos me haya quedado en el cuarto lugar en individual, que es la medalla de chocolate, el puesto más desagradecido tras perder la semifinal y la opción de medalla. Espero que la experiencia que he tenido me sirva para en los partidos decisivos y en los momentos puntuales estar a la altura", aseguró el abanderado español, también cuarto individual en Atenas.

China es la gran potencia del tenis de mesa paralímpico, en el que la clase 10 está liderada por el polaco Patryk Chojnowski, pero Ruiz ve claro que el temple y la veteranía pueden ser claves para conseguir las esperadas medallas.

"En un evento tan importante, tan especial, que suele haber sorpresas. Sabemos que el que mantenga los nervios y el temple en los momentos decisivos va a ser quien se lleve el gato al agua", aseguró el palista granadino.

El abanderado paralímpico compite en la Superdivisión masculina de tenis de mesa en las filas del Club Deportivo Rivas (antes en el ADA Guadix y el Caja Granada), donde compiten de forma "totalmente inclusiva" deportistas con y sin discapacidad.

"El tenis de mesa es el único deporte en el que en las ligas nacionales compiten jugadores con y sin discapacidad, en función de su nivel deportivo. Yo compito con personas sin ningún tipo de discapacidad, estamos completamente integrados y somos completamente inclusivos", dijo.

Al tiempo que compite en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid, Ruiz trabaja como maestro de Educación Física en Granada.

"Mis padres desde pequeño me apoyaron en todo, tenían claro que en lo que quisiera iban a estar de mi parte. Pero siempre me dejaron claro que los estudios eran lo primero. Saqué mis estudios adelante y me siguieron apoyando. Si no, la pala me la colgaban, eso fue lo primero que me dijeron", recordó.

El palista granadino, que todavía está digiriendo la designación como abanderado, espera "disfrutarlo" y "vivir el momento". "Si desfilar en una ceremonia inaugural en unos Juegos ya es algo único, ser abanderado va a ser algo irrepetible", finalizó.