La contratación de Julen Lopetegui como nuevo seleccionador abre un nuevo ciclo en el equipo, en el que asume el mando sobre la base de que "no existirá revolución, habrá evolución", con la referencia de un estilo admirado y ganador y con la clasificación para el Mundial de Rusia como desafío.

Después de una época de éxitos, primero con dos títulos continentales en Austria y Suiza 2008 y Polonia y Ucrania 2012 y uno mundial, en Sudáfrica 2010, con España como dominador del fútbol, las decepciones de Brasil 2014 y ahora de la Eurocopa de Francia 2016 han generado dudas.

Pero no a Lopetegui. "La base de la selección está más o menos clara. Muchos están en plenitud y aparecerán nuevas opciones por méritos propios. No existirá revolución, habrá evolución. Si hay jugadores que puedan aparecer y puedan ayudar, tendrán su momento. No vamos a hacer ninguna revolución. Vamos a hacer una evolución con nuestras ideas".

"Vamos a tratar de hacer todo lo bueno que lleva haciendo muchos años el fútbol español. No vamos a desperdiciar las cosas maravillosas del fútbol español. Pero el fútbol no se para, estamos orgulloso del pasado pero no podemos vivir de él y miramos al presente y al futuro", continuó en su presentación en Las Rozas, en la que dijo que Del Bosque es el "mejor espejo" en el que mirarse.

Lopetegui conoce la casa y a sus futbolistas. Fue primero seleccionador sub''19 en el ciclo entre 2010 y 2012, con el campeonato de Europa conquistado el 15 de julio de 2012 ante Grecia, y después sub''21, con idéntico éxito en Jerusalén en la final frente a Italia, con varios jugadores que ahora están en la absoluta.

Ahí entrenó a futbolistas como Koke, De Gea, Bartra, Thiago y Morata, los cinco presentes en la convocatoria de Del Bosque en la pasada Eurocopa. También a Carvajal, Isco o Saúl Ñíguez, tres nombres que también están en el presente y el futuro de la "Roja".

Ahora, asume la selección absoluta en un momento transcendente, finalizada una era de ocho años con Vicente del Bosque y entre el debate del nivel y de la eficacia actual del estilo que planteó uno de los hombres importantes del vestuario, Gerard Piqué, tras la eliminación de la Eurocopa 2016 frente a Italia del pasado 27 de junio.

"No tenemos el nivel que teníamos hace unos años cuando éramos campeones de Europa y del mundo (...). No solo es el nivel de los futbolistas, creo que el estilo de juego, a pesar de querer jugar a lo mismo, ya no somos tan efectivos en lo que creíamos cómo se debía de jugar. Hay que hacer una reflexión, tanto a nivel colectivo de estilo y de nivel de juego", dijo entonces el central del Barcelona.

Esa es una de las interrogantes que dejó el fin de la era Del Bosque hace dos semanas en los octavos de final del torneo contra Italia. Otras eran si habrá un cambio de ciclo entre los jugadores que están en la selección, algo que descartó Julen Lopetegui, o si Íker Casillas seguirá. No lo desveló.

De fondo, el 5 de septiembre, el primer reto para Lopetegui: la fase de clasificación para el Mundial de Rusia. Italia también está en su grupo, que se completa con Albania, Israel, Macedonia y la citada Liechtenstein. Solo el campeón del sexteto va directo al Mundial.