Federico Basavilbaso se reencontró ayer con la que fue la última parada de su trayectoria como futbolista. El exjugador, de 42 años, está disfrutando de unas vacaciones en Tenerife. El argentino llevaba más de una década sin pisar la Isla. En concreto, desde que se desvinculó de la entidad tinerfeña al final de la temporada 2003/2004.

Antes de regresar a su país natal, el lateral izquierdo que fichó el Tenerife en el mercado de invierno de 1999, procedente del San Lorenzo, quiso pasar con su familia por el Heliodoro Rodríguez López, campo en el que disputó 62 partidos, de un total de 122 con el representativo. Allí descubrió la nueva sede del club, sorprendió a los empleados con los que coincidió y revivió un sinfín de recuerdos. "No sabía que las oficinas estaban en el estadio", confesó unas horas más tarde, al acudir a las instalaciones de El Mundialito para presenciar el entrenamiento del equipo. "Mis hijos entraron en el campo de juego y les dieron un balón. Para mí fue muy emocionante verlos correr en el mismo lugar en el que viví tantas cosas imborrables", contó "Fede" antes de apuntar que "los chicos son de Boca Juniors, pero también son hinchas del Tenerife. Lo seguimos siempre que podemos por la tele o por internet".

Haciendo balance de sus cinco campañas y media en el club, optó por quedarse "con lo bueno y con lo malo", pero, principalmente, con el "apoyo" que sintió en todo momento por parte "de la gente, incluso en los peores momentos". Federico guarda "muchas anécdotas" de aquellos años, pero pone por encima de cualquier vivencia el ascenso a Primera de la mano de Benítez (2001). "Fue una lástima que Rafa no siguiera, porque el equipo ya estaba bien conformado. Hubo un cambio y no se pudo mantener la categoría".

Tras desligarse del Tenerife, no le perdió la pista al que fue su equipo. Entre otras cosas, sufrió "muchísimo" el descenso a la Segunda División B de 2011. "Pero ahí es cuando más se tiene que juntar la gente y tirar para delante, porque este equipo tiene un apoyo muy importante. Si todos se unen, puede estar tranquilamente en Primera y disputar los puestos de Europa. Pero es todo paso a paso, y veo que se están dando. Lo deportivo va a llegar. Estoy convencido", comentó pensando en el futuro, pero también en un presente que tiene a su excompañero José Luis Martí como líder en el banquillo. Del balear aseguró que, siendo jugador, ya apuntaba maneras como técnico. "Dentro del campo era un entrenador. En el equipo todos teníamos nuestras características, y en el caso de Pep, aparte de su juego exquisito, se veía que era un entrenador en el césped. Los demás teníamos otras funciones, como el sacrificio, las ganas o el empuje desde lo anímico".

Federico no llegó a mantener el contacto con futbolistas de su generación como Martí, pero sí suele conversar con los compatriotas que formaron parte del Tenerife de finales de la década de los noventa y comienzos de la posterior. "Todos tenemos unos recuerdos imborrables, porque en esta Isla nos trataron muy bien. Esa es la realidad".

En la actualidad, Basavilbaso está unido al fútbol solo como seguidor. Tras su última temporada en el Tenerife y con solo 29 años, optó por colgar las botas. Hoy en día ejerce como magistrado en la capital de Argentina. "Los futbolistas tenemos el problema de que cuando nos retiramos, somos jubilados con treinta y tantos años. Y es complicado. Por suerte, seguí la carrera de Derecho. Mi papá no me dejaba jugar al fútbol si no estudiaba. Me quedó esa enseñanza, me recibí de abogado y soy funcionario judicial en la provincia de Buenos Aires desde hace ocho años. Al margen de eso, sí soy aficionado, sigo el fútbol, voy a la cancha con los chicos y tengo contacto con la gente del fútbol. Pero no estoy vinculado laboralmente a él".

Dani Hernández y Camille, de nuevo aparte

El Tenerife entrenó ayer por la tarde en El Mundialito. Los únicos que no participaron con el grupo fueron Samuel Camille (foto) y Dani, que se recuperan de unas molestias musculares y de una micorrotura en el gemelo de la pierna izquierda. Hoy, doble sesión, en El Mundialito y la Ciudad Deportiva. / m. s.

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