Los Juegos de la XXXI Olimpiada empiezan esta noche (0:00 horas) con la ceremonia inaugural, que se desarrollará en el mítico estadio de Maracaná. El futbolero recinto brasileño acogerá la recepción a las 206 delegaciones participantes en el mayor espectáculo del deporte mundial. Una cita que, cada cuatro años, es capaz de dejar imágenes que quedan grabadas para siempre en la memoria. Será la primera vez que unos Juegos Olímpicos pisan suelo sudamericano.

Serán 10.500 atletas los participantes en las 28 disciplinas deportivas recogidas en la guía (el golf y el rugby a 7 son las novedades de esta edición). Las competiciones de los 306 eventos previstos se celebrarán en 33 recintos deportivos. Llegarán más allá de Río gracias al fútbol con la presencia en estadios situados en São Paulo, Belo Horizonte, Salvador de Bahía, Brasília y Manaos.

Serán los Juegos de Michael Phelps, que quiere alcanzar las 20 medallas en su carrera. El nadador estadounidense ya tiene 18 y, aunque anunció su retirada después de Londres 2012, ha vuelto para que el mundo tenga la oportunidad de ver nadar a un mito otra vez. Con los ojos como platos se podrá ver volar sobre la pista del estadio olímpico a Usain Bolt, favorito en 100 y 200 metros. Su objetivo, llegar a nueve medallas para igualar a Carl Lewis y Paavo Nurm.

Historia puede hacer también el gimnasta japonés Kohei Uchimura, oro en Londres y ganador de los últimos seis mundiales. Su gran reto, el oro por equipos que se le escapó de las manos hace cuatro años por culpa de China, a la que ya superaron los nipones en la última cita mundialista.

Para algunos héroes del deporte será, probablemente, la última posibilidad de brillar en unos Juegos Olímpicos. La tenista Serena Williams, a sus 34 años, es la actual defensora del oro en individuales. Pero también ganó con su hermana Venus como pareja los tres últimos oros en dobles. Si gana las dos, adelantará a la británica Godfee, que en 1920-24 logró cinco. A por el cuarto oro consecutivo va también la capitana de la selección estadounidense de baloncesto, capaz de subirse a lo más alto del podio en Atenas, Pekín y Londres.

Pero estos serán también los Juegos de los refugiados. Diez de ellos participarán gracias al permiso especial del COI. Y tendrán su lado negativo, tanto por el dopaje ruso como por los problemas organizativos de Río de Janeiro.