El español Alejandro Valverde, el británico Chris Froome y el italiano Vincenzo Nibali, grandes favoritos por este orden para la victoria en Copacabana, quieren conseguir en Río de Janeiro el oro olímpico de los más exigentes que se recuerda ante la carrera que les espera hoy en el doble circuito Grumari-Canoas (237 kilómetros).

Será una prueba dividida en dos partes, con un recorrido de clásica que se adapta como anillo al dedo a la clase y polivalencia de Valverde, que invita a Nibali a lanzarse a tumba abierta en los 13 kilómetros finales que suceden al último paso por la cima de la durísima subida a Vista Chinesa y en el que Froome puede imponer el poderío que le hace el mejor corredor de esta época.

Los tres candidatos encaran, además, de manera parecida la carrera. En forma, habiendo preparado bien los Juegos y liderando potentes escuadras entregadas a ellos y con una segunda bala en la recámara por lo que pudiera suceder. En el caso de España, esa segunda opción es Joaquim "Purito" Rodríguez, en el de Gran Bretaña Adam Yates, y en el de Italia, Fabio Aru. .

Españoles, británicos e italianos, no obstante, deberán tener cuidado con otros dos potentes equipos, pero diametralmente opuestos: Colombia y Francia, que apuestan todo a rematadores. Ante la ausencia de Nairo Quintana, el combinado sudamericano pone sus esperanzas, sobre todo, en Sergio Henao y Jarlinson Pantano, quizás los líderes por su rendimiento en el Tour; Francia presenta solo cuatro corredores pero todos de entidad y con posibilidades. En especial, Romain Bardet y Julien Alaphilipe.

Fuera de esas cuatro selecciones, candidatos menos considerados de inicio como el australiano Richie Porte, el irlandés Dan Martin, los holandeses Bauke Mollema y Wouter Poels, a la espera de como puedan haber llegado de salud Tom Dumoulin y Steven Kruijswijk, y los polacos Majka y Kwiatkowski.

Retos a tener en cuenta son los de Froome y Purito Rodríguez. Froome busca emular su compatriota y compañero Bradley Wiggins, que encadenó en 2012 un oro olímpico a su triunfo en el Tour de Francia, aunque en ese caso en la contrarreloj. Algo parecido busca Purito, que persigue la gloria olímpica antes de retirarse, como el kazajo Alexandre Vinokourov en Londres.