La selección española dejó de nuevo escapar ayer la victoria en uno de los clásicos del waterpolo mundial ante Italia, actual subcampeona olímpica, y en su estreno en los Juegos de Río, tras alimentar sus ilusiones de progresar, perdonó la vida a un rival al que no pudo contener en los últimos minutos.

Como en otras ocasiones, España lo tuvo en su mano, con dos goles de ventaja en la recta final e incluso una ocasión clamorosa en el último segundo, pero no pudo ser. Todo el buen trabajo de más de tres cuartos de fue al traste y el estreno se saldó con una dolorosa derrota frente a Italia.

El seleccionador nacional, Gabi Hernández, había avisado de que con un inicio de torneo tan exigente, ante Italia, Estados Unidos y Croacia, era clave sacar tajada en alguno de estos encuentros. Cuanta más mejor, a la vista de los cruces que se pueden avecinar para los cuartos.

Sus pupilos cumplieron con nota en la mayoría del partido. Aplicados a la perfección en defensa y con un López Pinedo excelso en la portería, amargaron la vida al conjunto italiano, que al principio encontró un filón en los lanzamientos de lejos de Francesco di Fulvio y luego se atascó ante el espectacular trabajo atrás de los españoles. Pero el final fue amargo.

Ahora le toca seguir remando. Mañana tiene un partido clave ante Estados Unidos, que en el estreno de este grupo cayó ante Croacia por 5-7