La levantadora española Lidia Valentín obtuvo la medalla de bronce en la categoría de 75 kilogramos al levantar un total de 257 kilogramos, 116 en la modalidad de arrancada y 141 en la de dos tiempos. La leonesa, de 31 años, no pudo igualar los registros de la norcoreana Rim Jong Sim, quien dominó la categoría con un total de 274 kilos, ni de la bielorrusa Darya Naumava (258), pero rubricó una jornada histórica para la halterofilia española con la consecución de la medalla de bronce, la primera que el país consigue en esta disciplina en unos Juegos Olímpicos.

Valentín, que fue quinta en Pekín 2008 y cuarta en Londres 2012 (primera por la sanción por dopaje de las tres halteras que le ganaron entonces), despidió su actuación con una sonrisa y un corazón. La berciana pudo, por fin, fotografiarse en el podio.

Para ello, aseguró el primer intento en la modalidad de arrancada, con 112 kilos. Después, falló con 116 en la segunda rotación aunque acabó alzando este peso en la tercera y última. Acomodada en la segunda posición a falta de la disputa de la modalidad de dos tiempos, la deportista berciana caminó con determinación hacia la certificación de su plaza en el podio.

En sus tres últimas apariciones en el Pabellón 2 de Riocentro, levantó consecutivamente 135, 138 y 141 kilos, lo que le aseguró la obtención del bronce con un total olímpico de 257 kilos. Con uno más, 258, cerró la competición la bielorrusa Darya Naumava, segunda.

La gloria en la categoría femenina de 75 kilogramos fue para la norcoreana Rim Jong-Sim, que ratificó la superioridad de una levantadora que hace cuatro años, en Londres, ya se había impuesto en la categoría de 69 kilogramos. Ninguna mujer había logrado antes ganar en dos categorías distintas. La levantadora de Pyongyang, de 23 años, es además la primera deportista de su país que gana dos oros en los Juegos Olímpicos.