Saúl Craviotto y Cristian Toro ganaron la medalla de oro en la prueba de K2 sobre 200 metros de los Juegos Olímpicos de Río 2016. La pareja española cruzó la línea de meta de la laguna Rodrigo de Freitas con un tiempo de 32,075, con una ventaja de 0,293 segundos por delante de los británicos.

El tiempo de las series, que les permitió el acceso a la final de forma directa, sin necesidad de pasar por las semifinales, ya anunciaba la posibilidad de una gran noticia que se confirmó ayer. Es la tercera medalla para el piragüismo español en Río de Janeiro, después del oro que logró Maialen Chourraut en aguas bravas y el de Marcus Cooper Walz en K1 1.000 metros.

Para Craviotto, de 31 años, esta es su tercera presea olímpica, después de la plata que ganó en Londres 2012 (K1 200) y el oro de Pekín 2008 junto a Carlos Pérez Rial (K2 500). "En mi caso, después de lograr dos medallas, todos contaban con una tercera y siempre notas esa presión, que ya cuentan que vas a lograrlo, como si la regalasen", bromeó, "pero la verdad no pienso en eso (en que entró al grupo selecto de deportistas españoles con más de un oro olímpico). Son deportes diferentes. Voy a lo mío. Ahora estoy pensando en el K1 porque me esperan las eliminatorias". Será hoy cuando compita, casi sin saborear el oro de ayer.

Toro, que se estrenaba en una cita olímpica, quiso resaltar la dificultad del logro. "En una final de unos Juegos no hay favoritos. Hay muchos que llegan de favoritos y no consiguen ganar", aseguró antes de describir el momento de cruzar la meta como "una explosión de felicidad" mezcada con "alivio". Fue en el Preolímpico de Duisburgo cuando se dieron cuenta de que ganar en Río era posible. "Cuando empezamos a montar sabíamos que el barco era muy bueno y sabíamos la velocidad que podíamos alcanzar, pero creo que solo imaginamos esto (el oro) en Duisburgo. Ahí vimos que estábamos a nivel de pelear por una medalla", afirmó Toro, que ha cumplido "un sueño" compitiendo junto a su "ídolo", Saúl Craviotto, y ganando.

Benavides, cuarto

El español Sete Benavides se quedó a 21 milésimas de la medalla de bronce en la prueba de C1 200, en la que fue cuarto por detrás del brasileño Isaquias Queiroz. "Un cuarto en los Juegos no está tan mal, he pasado cuatro años asimilando lo de Londres y ahora lo tengo superado", dijo después de cruzar la meta tratando de ver el resultado "de otra forma". El balear, de 25 años, valoró como "un regalo" la posibilidad de competir en otros Juegos.