La salida de Nano no solo hace daño al Tenerife por la pérdida del máximo goleador de la pasada campaña, sino por el momento en el que se produce. A escasos días para el cierre del periodo de inscripciones (el plazo expira este miércoles), el margen de maniobra es escaso. La mayoría de delanteros competitivos en el mercado nacional están ya colocados, no responden al perfil deseado o siguen siendo igualmente inasequibles para el Tenerife.

De hecho, los futbolistas que se ajustan al perfil deseado, como Quique (Almería), David Rodríguez (Alcorcón) o José Naranjo (Celta) resultan prohibitivos. Por el segundo ha rechazado jugosas ofertas el Alcorcón este verano. Y eso que afronta su último año de contrato. Por el tercero habría que esperar hasta última hora. El Celta ha pagado más de un millón de euros por él y afronta tres competiciones esta temporada. Pero no es menos cierto que acaba de llegar Giuseppe Rossi y que en las dos primeras jornadas de Liga no ha contado con minutos. Su cesión tendrían que aprobarla Berizzo y Felipe Miñambres. Otros, como Álex Alegría, Juan Muñoz o Kike Sola, son nueves y también caros.

En esta tesitura, Alfonso Serrano explora ya opciones en el mercado internacional. La primera gestión que puede culminar con éxito es la de un jugador de origen africano, que ocuparía la demarcación de delantero y no tiene experiencia en España. Hay otras vías abiertas y el secretario técnico blanquiazul está actuando con la celeridad que aconseja esta situación, pero también está a la espera de conocer el importe exacto de la ampliación del tope salarial que concederá LaLiga después del traspaso de Nano al Eibar. Será hoy cuando se conozca ese dato, pero todo hace indicar que el incremento será sustancioso (por encima del millón de euros). Otra cosa es que el Tenerife se gaste la totalidad del dinero disponible.