Reza el conocido proverbio castellano que "lo que mal empieza, mal acaba". El CD Tenerife se está "acostumbrando" a cumplir religiosamente la primera parte del refrán.

La escuadra del Heliodoro Rodríguez López ha repetido la pauta del mal inicio en la competición doméstica en las cuatro últimas Ligas. Es decir, desde que regresó a la Segunda División no sabe lo que es ganar dentro de las tres primeras jornadas. En las campañas 2013/14, 2014/15, 2015/16 y la actual 2016/17, el representativo solo ha podido conseguir un punto de nueve posibles.

Una mirada más amplia de manera retrospectiva arroja unos datos que revelan que desde que se otorgan tres puntos por victoria -implantado en el curso 1995/96- el Tenerife solo ha repetido el referido mal comienzo, sin triunfos en las tres primeras fechas, en otras dos veces más. No consiguieron alegrar a la parroquia isleña en el arranque, el equipo de la 2002/03 y el de la 2010/11.

¿Se puede establecer una ecuación clara entre empezar mal y pasar una temporada con más pena que gloria, o cuanto menos sin rondar los puestos de privilegio?

Lo cierto es que no. En la campaña 2002/03, el Tenerife de Ewald Lienen no venció hasta la jornada cuarta (2-0 al Zaragoza). La llegada a final de año de Víctor Pérez Ascanio derivó en un pronto relevo del alemán. El ariquero David Amaral cogió a un equipo al que reactivó y lo llegó a colocar quinto, a escasos puntos de las posiciones de ascenso.

Algo parecido llevó a cabo el conjunto de la 2013/14. Con Álvaro Cervera como inquilino del banquillo, los blanquiazules no consiguieron vencer hasta la séptima jornada -Real Madrid Castilla-. El Tenerife llegó a instalarse en la cuarta plaza -dentro de los "play offs" de ascenso-, a seis jornadas del final de la Liga regular.

La pasada temporada, el Tenerife lo volvió a hacer. Con Raúl Agné, los tres puntos se hicieron de rogar hasta la quinta fecha -Llagostera-. Una vez relevado en el cargo, y con José Luis Martí al frente, el Tenerife estuvo a tres puntos de las posiciones de promoción durante varias jornadas.

Peor le fueron las cosas a los grupos de la 2010/11 y de la 2014/15. El primero no pudo lograr la victoria hasta décima jornada -Elche-. La logró con Juan Carlos Mandía como preparador, una vez ya habían pasado por el banquillo blanquiazul Gonzalo Arconada y el interino Alfredo Merino. Luego desfilaron Antonio Tapia y David Amaral... y el equipo acabó descendiendo a Segunda División B.

Hace dos cursos, los birrias, comandados por Cervera, no ganaron hasta el cuarto partido -Mirandés-. Agné sustituyó al ecuatoguineano y logró salvar al Tenerife, en la penúltima jornada y ante un Betis que nada se jugaba, sin alharacas.

¿Cómo terminará lo que mal ha comenzado? Por lo pronto, hay 39 jornadas por delante de cara a revertir una situación que no deja de repetirse en los últimos años.