"Un día en la sociedad del Tacuense me vino la idea a la cabeza. Todo el mundo me decía que estaba loca. Eran reacios. Hablé con el presidente -Agustín Padilla- y me dio su aprobación. Empezó a correrse la voz de que buscábamos chicas y cuando nos dimos cuenta teníamos un montón". Es el testimonio de Pili Hernández, la progenitora del Tacuense femenino, allá por la mitad de los años noventa.

Esta futbolera, esposa de futbolista y entrenador, soñó y ejecutó a lo grande. En el contemporáneo apogeo del fútbol femenino, es cómodo pensar y acometer. Hace unas décadas era más complicado. El fútbol femenino era prácticamente testimonial en muchas zonas de la Isla. Sobre todo, en el Norte y la metrópolis. El Sur sí que tenía una Liga propia. Clubes como el Villa Mariana, Ibarra, Fasnia, Perú, Santa Clara o Perdoma, por citar a algunos, fueron precursores, mas la trayectoria del Tacuense, nacido más tarde, le hace ser un club singular y referente.

"Mira a dónde ha llegado", reflexiona una Pili Hernández que tenía en casa al entrenador. Su esposo, el exfutbolista del CD Tenerife, entre otros, José Antonio Izquierdo -más conocido por Joseíto- se hizo cargo del equipo. No fue el único al que involucró Hernández. "Hablé con Antonio García. Nos conocíamos de toda la vida". Y Antonio pasó a integrar el grupo de trabajo.

Luego de la marcha de Joseíto, García se sentó en el banquillo. "No tenía carné. Era un entrenador del montón", rememora. Antonio fue luego presidente durante casi 20 años. Un lapso en el que le dio tiempo de contemplar casi de todo. "Había gente que se reía de las chicas. Incluso les hacían bromas grotescas, comentarios machistas... Estuve a punto de marcharme y dejarlo todo", manifiesta.

Un duro camino repleto de estereotipos y prejuicios que también ha vivido el seleccionador de la Federación Tinerfeña de Fútbol, Andrés Clavijo. "Antiguamente, el fútbol femenino no lo seguía nadie. Íbamos a jugar con las gradas vacías". Clavijo, que entrenó al Tacuense hace una década, cree que el ascenso de las del Pablos Abril "es un premio a la constancia. Lo ideal es que mantengan la categoría. Han llegado en el momento ideal a una Liga con dinero y promoción".

Tenacidad que tuvieron y que hoy destilan jugadoras cuya fidelidad a unos colores es de alabar. Las actuales componentes Tamara García, Jésica Márquez o Sara Fernández, incombustibles todas, son claros de ejemplos de ello. O la aportación desde el banquillo de preparadores que han desfilado por el recinto de Taco: Zeben González -de vuelta este año al club-; el actual entrenador Javi Márquez, que ha sido máximo responsable en varias etapas; o el añorado Enrique Rivero, fallecido el pasado año.

Multitud de nombres de la entidad presidida por Raquel Delgado han dado un empujón para que el Tacuense pueda competir en la Liga de las estrellas femenina. La frágil memoria no debería olvidar los obstáculos de toda índole superados en favor de ello.

Cuatro de los integrantes del original Tacuense

Arriba, de izquierda a derecha, Cristino -encargado del material- y Pili Hernández -delegada e ideóloga del proyecto-. Abajo, en el mismo orden, Joseíto Izquierdo -entrenador- y Antonio García -entrenador ayudante y posterior presidente durante casi 20 años-./ cedida

Terminó siendo a la cuarta

Tres "play offs" de ascenso a la Superliga -denominada Primera División desde 2011- tuvo que acumular como experiencia el Tacuense antes de dar el gran salto hace unos meses. La primera tentativa tuvo lugar en la campaña 09/10. Tras vencer al Oiartzun (1-3, con dos goles de María José y otro de Yazmina), el equipo de Fanfi Herrera cayó (0-1) con el Collerense en el Pablos Abril. En el curso 2010/11, el conjunto de Zeben González dio otra vez el primer paso hacia el ascenso: batió en casa (1-0, gol de Jésica) al Girona. Sin embargo, la igualada (1-1, tanto de María José) ante El Olivo dejó en manos del último partido (Girona-El Olivo) el ascenso. Las viguesas acabaron por conseguirlo. Un año más tarde llegó una nueva reválida. Con Javi Márquez como primer técnico, el Tacuense se deshizo (2-1, marcaron Nisa y Jésica) del Torrejón en Taco. El ascenso se lo jugó, nuevamente a partido único, frente al Levante Las Planas en Barcelona. Bajo un arbitraje muy discutido, las tinerfeñas cayeron 2-1 (gol, cómo no, de María José Pérez).