El español Fernando Alonso (McLaren), doble campeón mundial de Fórmula Uno (2005 y 2006, con Renault), que este viernes acabó noveno los entrenamientos libres para el Gran Premio de Singapur dijo tras los mismos que el objetivo es "entrar en la Q3", la tercera ronda de la calificación, este sábado.

"Hemos tenido un problema en el cambio, ahora veremos exactamente lo que ha pasado cuando lo desmonten, supongo que habrá alguna pieza rota y tendrán que repararla, pero no tiene ninguna implicación porque es la que utilizamos el viernes y mañana pondremos el de carrera", explicó Alonso este sábado en el circuito de Marina Bay.

"Habrá que ver qué ha sucedido para que no pase también en el bueno", comentó el doble campeón mundial asturiano en Singapur al canal de televisión Movistar .

"Hemos tenido problemas en las dos sesiones libres en ambos coches, pero mejor tener los problemas los viernes; y, más que prestar atención a la fiabilidad, tenemos que buscar alguna décima porque estamos en torno al décimo, justo en el borde de la Q3", dijo.

"Y hay que intentar estar delante de Force India y de Williams, ya que veníamos con expectativas de poder estar delante de ellos, no tan altas como se decía hace unos días, pero sí para estar octavos o novenos y ver si podemos mejorar con miras a mañana", precisó Alonso, de 34 años, que admitió que entrar en la Q3 "es el objetivo".

"Creo que hoy no hemos sacado el máximo potencial del coche. En la primera sesión tuvimos algún problema mecánico, en la segunda sesión tuvimos demasiado subviraje en el coche, por lo que tenemos que mejorar la parte delantera", indicó.

"Hay alguna décima por llegar, pero seguramente todos los equipos mejorarán, así que tenemos que analizar todo lo que hemos probado hoy e inventar algo para mañana si queremos estar en Q3 de manera cómoda, porque ahora estamos demasiado ''al pelo''", comentó el genial piloto asturiano, que logró dos de sus 32 victorias en Fórmula Uno en Singapur: en el estreno de 2008, con Renault; y dos años después, con un Ferrari.

Alonso, que probó el halo sobre el ''cockpit'' de su monoplaza durante la jornada de entrenamientos libres, comentó su experiencia.

"La primera impresión es que es bastante difícil entrar y salir y sí que se reduce la visibilidad, pero supongo que te haces a ello y te llegas a acostumbrar", dijo.

"Recuerdo cuando subieron la altura de los morros que la visibilidad empeoró bastante, pero después de dos o tres años ya te habitúas a ello y no te das cuenta", opinó.

"Cuando se utilice el halo, habrá un pequeño impacto en la visibilidad pero nos acostumbraremos a ellos. Lo que más ha de mejorar es la entrada y salida en el coche y que los mecánicos puedan atar bien los cinturones. Creo que hay algunas cosas que todavía ha que mirar", manifestó Alonso este viernes en Singapur.