¿Dos o tres pivotes? Es la pregunta de la semana en el entorno del Tenerife. Una cuestión que, probablemente, no se resolverá hasta el domingo, poco antes de que el equipo se enfrente al Getafe, pero que se reactiva con entrenamientos como el de ayer, en el que José Luis Martí volvió a ensayar con los dos modelos de juego.

En las últimas semanas, el técnico ha llegado a reconocer que se estaba planteando prescindir del tercer volante para tener más presencia en ataque. Pero también ha apuntado que el Tenerife ha pisado con frecuencia el área rival jugando con el trío de mediocentros, tal como ocurrió en la visita al Almería, y que, en realidad, el dibujo no es tan relevante, sino la evolución del mismo. En cualquier caso, quizás como búsqueda de soluciones después de dos jornadas seguidas sin ganar, el 4-4-2 está ahora más cerca de retornar.

Si bien Martí empleó los dos esquemas en la sesión de ayer, desarrollada en la Ciudad Deportiva Javier Pérez, solo utilizó el trío en un ejercicio de posesión y conducción en el que una pareja de centrocampistas actuaba como apoyo para dos equipos de nueve futbolistas y un solo volante.

Luego, en el momento de practicar situaciones más cercanas a la competición, sí probó con dos organizadores. Por un lado coincidieron Aitor y Crosas y por el otro, Alberto y Vitolo. Si finalmente opta por prescindir de un pivote (Vitolo, Aitor y Crosas estaban siendo los titulares), el delantero titular (Lozano) contará con la ayuda de un segundo punta. Y ayer realizaron ese cometido Cristo y Amath. Este último se asoció con Aarón, interior izquierdo en el partidillo, para intercambiar posiciones. Quien no estará será Oriol, que sigue de baja por un esguince de rodilla.