El Iberostar Tenerife no lo tuvo fácil ayer ante el Río Natura Monbús Obradoiro, pero terminó ganando por una ventaja mucho más amplia (70-55) de lo que se podía imaginar, sobre todo, después de concluir los dos primeros cuartos.

Ganó porque ese acierto que no tuvo en los dos primeros cuartos sí lo encontró en el tercero y el último, porque en defensa los dos equipos estuvieron aceptables.

Beirán, Doornekamp y White, cada uno en su momento, fueron los tres protagonistas del partido y claves en el triunfo lagunero ante los gallegos, aunque también habría que destacar acciones aisladas de San Miguel, Vázquez y Bogris, aunque este último ayer no estuvo excesivamente acertado.

Beirán empezó bien, pero fue en los primeros instantes del tercer cuarto cuando "estalló" al anotar tres triples y poner a su equipo 41-37 (min.25).

Luego llegó Doornekamp que, con dos triples al final de este tercer cuarto "rompió" la igualada (49-40). Y finalmente White, que entró por San Miguel a falta de seis minutos para finalizar el choque (60-54), terminó por decidir con sus triples, su liderazgo y sus asistencias.

Pero antes de llegarse a este final, el Río Natura Monbús Obradoiro avisó de que venía dispuesto a ganar el encuentro.

Con un 0-5 encendió la luz de alarma de los canaristas. Los laguneros, bien en defensa, no terminaban de encontrarse en la cancha ante un adversario que movía bien el balón y aprovechaba las pocas ocasiones que tuvieron.

Vidorreta, ya a los seis minutos, había rotado a la mayoría de su quinteto inicial y, aunque parecían jugar más cómodos, lo cierto es que no estaban acertados en ataque.

La defensa preparada por Moncho Fernández, entrenador del conjunto gallego, estaba haciendo daño al equipo insular, sobre todo, por la ansiedad de los aurinegros en buscar la canasta.

Buen arranque tinerfeño en el segundo cuarto. Lograron ponerse por delante por primera vez (12-10) tras un 2+1 de Fran Vázquez y dos minutos más tarde el marcador reflejaba un 17-14.

Fueron los gallegos, con Whittington como protagonista, los que cambiaron el rumbo al partido con tras un parcial de 1-12 (18-26) con un Iberostar sin acierto exterior y con problemas para frenar el juego interior rival.

Pese a todo supo aguantar bien y llegar al descanso con solo tres puntos abajo (25-28).

Fue otro equipo en la segunda mitad. Volvió a ponerse por delante (31-30) y logró mantener su intensidad defensiva y eso, unido a que ya los tiros entraban, los tinerfeños se pusieron cuatro arriba (41-37) con Beirán como protagonistas al anotar, por fin, tres triples consecutivos y terminar con una serie final de 5/10 en tiros de tres.

Moncho intentó frenar, con un tiempo muerto, este buen juego local, pero no lo logró. Allen pondría el 43-40, pero Aaron Doornekamp apuntalaría a su equipo con dos triples para poner a su equipo 49-40, máxima renta hasta ese momento.

Las ventajas, ya en el último cuarto, se movieron en torno a los tres y seis puntos, siempre a favor de los laguneros.

Doornekamp seguía mostrando su cara en ataque (51-45) y Vidorreta, a falta de seis minutos para el final, hizo un cambio vital que terminó por decidir el choque.

El técnico local apostó por White para jugar los últimos minutos de partido y no le salió mal la jugada.

El base norteamericano tomó el liderazgo de su equipo. Anotó un triple para poner el 55-49, dirigió bien a sus compañeros y asistió a la perfección a los interiores para terminar anotando dos triples más y dejar sentenciado así un partido que costó ganar, pero en el que el equipo supo aguantar y esperar la oportunidad para poder alcanzar el objetivo final.

Gran desgaste de todo un grupo que, además de intentar sumar la segunda victoria, quería agradar a los aficionados que se dieron cita en el pabellón Insular Santiago Martín y que, seguro, estarán mañana en la tercera jornada liguera y que también será en el recinto lagunero contra el Real Betis sevillano, en otro partido "a muerte" de los tinerfeños.