El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) debe tener como principal objetivo en el Gran Premio de Japón, que este fin de semana se disputa en el circuito de Motegi, seguir sumando puntos en su carrera hacia el tercer título mundial de MotoGP, puesto que las posibilidades de lograr matemáticamente el título en esta primera cita transoceánica son mínimas.

Márquez cuenta con 52 puntos de ventaja sobre el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1), quien una vez más y sin ningún argumento nuevo y veraz, cargó contra el español en un claro intento por desestabilizar al líder del mundial, quien ya dejó claro que en la única pelea en la que iba a entrar sería dentro de la pista.

Aunque el circuito de Motegi no parece ser el mejor escenario posible para una nueva victoria de Marc Márquez frente a rivales más avezados en el trazado nipón, en el que el líder del mundial no ha ganado nunca en la categoría de MotoGP, pero sí su compañero de equipo, Dani Pedrosa, quien lo hizo en 2011, 2012 y 2015, mientras que en los años intermedios, 2013 y 2014, lo hizo Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1).

Así las cosas se antoja complicada una victoria del piloto de Repsol Honda, aunque intentará lograr una buena puesta a punto para aspirar a un triunfo que por ahora se le ha resistido en la "casa" de Honda, un trazado plagado de instalaciones donde rezuma la historia del motor y de la moto japonesa, con un impresionante museo y múltiples instalaciones para la práctica de todo tipo de actividades dentro del deporte de las dos ruedas.

Márquez tendrá como principales rivales, obviamente, a Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, que buscarán protagonizar una buena última parte del campeonato, aunque sabedores todos ellos de que el más mínimo error en forma de lesión a las primeras de cambio, condicionaría su rendimiento e incluso su presencia en las posteriores citas de Australia y Malasia, en semanas consecutivas.

Quien más deberá esforzarse es el italiano Valentino Rossi que necesita restar puntos a su rival para llegar "vivo" a la última carrera del año, aunque no será un objetivo fácil por las cambiantes condiciones meteorológicas que suelen acompañar a la carrera japonesa, en cuyo escenario todos los rivales de Honda quieren brillar por lo que representa derrotar a la todopoderosa marca japonesa en su propio feudo.

Así, tanto los representantes de Ducati, en este caso el italiano Andrea Dovizioso, puesto que Andrea Iannone, todavía lesionado no estará en la cita japonesa, como los de Suzuki, los españoles Maverick Viñales y Aleix Espargaró, intentarán conseguir un buen rendimiento de sus mecánicas en los algo menos de cinco kilómetros 84.801 metros) del circuito japonés.

No obstante, la victoria del piloto de Repsol Honda en Aragón, la cuarta de la temporada y por tanto el participante con más triunfos en lo que va de campaña en MotoGP, siempre resulta un revulsivo para afrontar retos no conseguidos hasta la fecha, como por ejemplo vencer en ese trazado, algo que no se puede descartar y por lo que no parece puedan pelear en esta ocasión los integrantes de escuadras satélite como el español Pol Espargaró (Yamaha YZR M 1) o el británico Cal Crutchlow (Honda RC 213 V).

Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP14.2) tendrá como principal objetivo recortar distancias en su pelea por ser el mejor piloto de un equipo independiente, en tanto que Álvaro Bautista buscará el mejor resultado posible con su Aprilia RS-GP, antes de la conclusión de la temporada, quizás con el ánimo de demostrar al fabricante italiano su equivocación al no renovarle para el próximo curso, en el que el piloto de Talavera de la Reina regresa a la escuadra de Jorge Martínez "Aspar", al manillar de una Desmosedici GP15.