El Fígaro Peluqueros vive los mejores momentos de su corta historia. El triunfo del domingo, que lo convierte en el primer campeón de la temporada, lleva aparejado además el mérito de haber acabado con una de las grandes rachas de la historia del deporte español, la imbatibilidad del Naturhouse, que no perdía en España desde febrero de 2014.

En plena resaca eufórica, cuatro de los grandes protagonistas de esta gesta visitaron ayer esta Casa y compartieron sus sensaciones. David Martín, presidente y entrenador, recordaba que "el primer día que reuní a las jugadoras les dije que este año teníamos que luchar por un título, que somos humildes pero que no debíamos renunciar a nada. Lo que parecía imposible lo hemos hecho posible". Para el técnico, una de las claves del éxito está en el vestuario. "Tenemos un fuerte equipo, con un gran ambiente en el grupo humano y eso se ha hecho notar". El trofeo presidió la visita a nuestras instalaciones. "Nos llegó en una caja a la oficina y no quise abrirla. Me daba rabia porque no había medallas para el subcampeón, solo había una placa... Eso nos daba más ganas de querer ganarla. Detrás de este partido no hay solo trabajo técnico, sino la gestión del protocolo de la organización. Al final, la recompensa es doble", dijo Martín, que recuerda que su equipo ha dado "un golpe sobre la mesa, para decirle al Naturhouse que este año no va a ganar tan fácil como los anteriores".

Lidia Alonso, que cumplía 19 años el día de la final y uno de los fichajes de la temporada, reconoció que "fue el mejor regalo que podía haber tenido. Estoy muy contenta. Antes del partido estaba muy nerviosa, pero tenía muchas ganas de jugar esta final. Dentro del equipo estábamos convencidas de que se podía ganar. ¿Mirar la Copa? Sí, la miraba con deseo".

La líbero Cristina Sanz coincidió en señalar que este título "supone mucha alegría. Hemos logrado el primero del club en Superliga y estamos muy contentas, porque eso es historia", dijo Sanz casi afónica.

Junto a ellas, la MVP de la final, la brasileña Danielle Batista, dijo que estaba "muy contenta por los dos premios, por la Copa y por el MVP. Desde que entré en la cancha miraba el trofeo y, aunque sabía que era difícil, pensaba que podíamos ganar 3-2, pero ya un 3-1... En mi cabeza pensaba que si jugábamos en equipo podíamos ganar", terminó la brasileña.