Aitor Sanz vio "sufriendo" desde la grada el partido del pasado domingo ante el Cádiz porque era "de los que había que ganar". Con un jugador más, al Tenerife le faltó "movilidad y circular el balón con un poquito más de velocidad, aunque ellos son especialistas en ese juego". Quizás se trataba del "peor rival que podía tocar para jugar contra diez porque Álvaro (Cervera) trabaja muy bien en ese tipo de situaciones".

Se lo perdió el madrileño por sanción, pero estará disponible ya para la visita al Real Oviedo. "Para mí es un rival especial y un campo en el que se respira fútbol", comentó antes de destacar como principal virtud de su exequipo que "tiene mucho gol y no necesita hacer grandes cosas para ganar partidos". Así lo atestiguan antecedentes como "el encuentro de la pasada temporada", en el que salieron derrotados los insulares pese a su buena actuación.

"Las diferencias se marcan en el área y debemos dejar nuestra portería a cero porque así tendremos muchas posibilidades de llevarnos el partido", comenta Sanz sobre la hoja de ruta a seguir en el Nuevo Carlos Tartiere en el partido que cerrará la undécima jornada. Justo en esa fecha de la pasada temporada fue destituido Raúl Agné después de una derrota fuera de casa (en Lugo). Pero el mediocentro no le ve parecido a la situación porque "tenemos más potencial que otros años".

Así de claro lo deja, proponiendo a sus compañeros aislarse "del runrún porque no es nada positivo para nosotros". Se refiere Aitor Sanz a las habituales críticas de un entorno preocupado por la trayectoria y hasta pesimista de cara a una temporada en la que queda mucho por hacer. "Está todo muy igualado", dice refiriéndose a las distancias con el "play-off".

Ni siquiera la falta de gol preocupa a uno de los capitanes del Tenerife porque "como hay gente con calidad y gol, llegará la racha buena y las vamos a meter casi de cualquier manera".