El técnico del Manchester City, Pep Guardiola, negó ayer que intentara fichar este verano a algunos de los jugadores que entrenó en el Barcelona y a los que esta tarde se medirá en el Camp Nou.

"No llamé a nadie. Ni a Messi ni a Neymar ni a Luis Suárez ni a Busquets ni a Iniesta", subrayó.

Guardiola reconoció, no obstante, que el City sí se puso en contacto con Ter Stegen cuando se enteró de que se planteaba cambiar de aires. Finalmente acabó fichando a su competidor, Claudio Bravo.

Con especial vehemencia desmintió haber telefoneado a Messi: "Lo que mas deseo es que acabe su carrera en el Barcelona, porque no hay ningún sitio mejor para él".

Para Guardiola, volver al Camp Nou -"un estadio que forma parte de mi vida y donde crecí de niño", recordó- siempre "es especial" y también medirse a Messi.

También se reencontrará con su amigo Luis Enrique Martínez. "No tenía ninguna duda de que le iba a ir muy bien aquí. Se veía que era especial, directo, honesto y muy trabajador". Guardiola recordó que no será la primera vez que se verán las caras. "En el partido de ida, contra el Bayern (hace tres temporadas), me dio un buen repaso. Ojalá mañana podamos hacer un buen partido y darle un buen susto".

El técnico sabe que, en cualquier caso, eso no será fácil. "¿Qué podemos hacer para controlar el talento? Son 90 minutos y no necesitan muchas ocasiones para marcar. Ellos esperan su momento. Lo tendrán. Son muy precisos".