Rabia. Es lo que sienten los jugadores del Tenerife al ver que el equipo ha caído a los puestos de descenso, después de seis jornadas sin ganar y un balance de cuatro puntos de dieciocho en ese tramo de la temporada. Uno de los titulares en las últimas jornadas, Aarón Ñíguez, afirmó ayer que la plantilla tinerfeña está "rabiosa" por encontrarse en una situación que, a su juicio, no merece. De paso, apoyó públicamente a su entrenador, José Luis Martí, cuya sustitución por otro técnico supondría un "fracaso" para el grupo.

El atacante alicantino compartió su deseo de que la dinámica del Tenerife cambie y, en consecuencia, no se dude de la conveniencia de que Martí siga al frente del plantel. "Para nosotros sería un fracaso llegar a ese extremo", dijo poniéndose en el supuesto de que la mala racha acabe con el relevo en el banquillo. "Si hay un cambio, la mayor parte de la culpa la tendríamos los jugadores", añadió antes de acentuar la autocrítica. "Cada uno se tiene que mirar el ombliguito, porque creo que podemos hacer mucho más". En este sentido, destacó que el clima es propicio para reaccionar. "A pesar de estar abajo, el equipo está unido. Lo único que deseamos es ganar".

En el momento de definir el estado de ánimo de los blanquiazules, aseguró que la plantilla "está rabiosa y con ganas de que llegue el partido con el Rayo, porque el Tenerife no debería estar en la posición en la que se encuentra", el antepenúltimo lugar.

El objetivo a corto plazo está claro. Y tampoco hay dudas con la manera de proceder para alcanzarlo. "Lo único que podemos hacer es dar un paso al frente", comentó Aarón, para quien todos estos argumentos no sirven de mucho, dado que "hay que demostrar las cosas con hechos y no hablando".

Una de las causas de la decepcionante situación clasificatoria del Tenerife está en su escasa producción ofensiva. Como integrante del frente de ataque del equipo, Ñíguez apuntó a la mala fortuna y al estado anímico de los jugadores para explicar la pobre estadística anotadora de los blanquiazules. "Puede ser por una cuestión de rachas, de mala suerte o por el momento anímico, pero confío plenamente en el potencial goleador de esta plantilla", indicó.

Llevando el análisis en su aportación, aclaró que su rendimiento ya no depende de su puesta a punto física, como sí pasó en las primeras jornadas de Liga. "Ahora estoy mejor. Es una cuestión anímica, de que me salgan las cosas".