Los dos jugadores del Tenerife con más minutos en la temporada 16/17, incluyendo la Copa del Rey, Víctor Añino "Vitolo" (1170) y Raúl Cámara (1074), coinciden en señalar como clave el mes de noviembre para reafirmar las aspiraciones del equipo. Tras dar el primer paso rompiendo la racha negativa con el triunfo ante el Rayo, los blanquiazules visitarán este sábado al Girona y luego enlazarán dos encuentros en el Heliodoro, con el Numancia y el UCAM, antes de cerrar el mes en el campo del Lugo.

El Tenerife se presentará en el campo de Montilivi fuera de los puestos de descenso, con dos puntos de margen, y a tres del último de los clubes que, en el caso de acabar la Liga ahora, jugarían la promoción. Ese rival no es otro que el Girona. Por tanto, en el vestuario encuentran motivos suficientes para aferrarse a la oportunidad de escalar en la clasificación. "Si ganamos el sábado, nos pondremos a muy poco del play off", recuerda Raúl Cámara, quien también tiene en cuenta que un tropiezo podría meter de nuevo al equipo en el cuarteto de cola. "No pensamos más allá de la jornada más cercana, pero luego llegarán dos partidos seguidos en casa en los que el grupo tendrá que hacerse fuerte", apunta el lateral derecho, para quien "estas semanas podrían colocar al Tenerife en la posición pretendida".

Por su parte, Vitolo aporta la conclusión de que un mal resultado en Montilivi minimizará el logrado hace cinco días ante el Rayo. "Si no derrotamos al Girona, no habremos hecho nada. Volveríamos a lo mismo", supone el mediocentro. "Queremos engancharnos de una vez por todas y llevar al equipo hacia arriba, y esperamos hacerlo desde esta semana, porque después tendremos dos partidos consecutivos en casa", argumenta el tinerfeño refiriéndose a un tramo del calendario en el que el Tenerife confía en dar un salto. "Tenemos muchas expectativas puestas en estas jornadas".

Vitolo toma como punto de partida el 3-2 al Rayo. "Era importante cambiar la dinámica", remarca sin caer en el conformismo, ya que "hay que seguir corroborando la mejoría y llegar a una situación más cómoda para dejar de mirar hacia abajo y continuar la escalada". El reencuentro con el triunfo no solo desatascó al equipo en la tabla. También lo liberó de un exceso de tensión. Al respecto, el mediocentro reconoce que "si un equipo no consigue triunfos, hasta los jugadores se enrabietan y en el grupo crece la ansiedad". El siguiente desafío consiste en "extender la racha lo máximo posible para llegar a objetivos ilusionantes".