Gennadi Touretski, uno de los entrenadores de natación más prestigiosos del mundo, que ha dirigido en épocas pretéritas a campeones de la talla de Ian Thorpe, Alexander Popov o Michael Klim, estuvo presente estos días en el Tenerife Top Training (T3) junto a un grupo de nadadores máster rusos.

Touretski, quien se muestra "muy contento en esta nueva etapa", quiso realzar de inicio las instalaciones del T3. "Pienso que es el mejor centro de entrenamiento del mundo porque reúne una serie de cualidades: buen clima, máximas facilidades, edificios de calidad y perfecto diseño... Se trata de un centro de alto rendimiento creado para los deportistas. Puedes nadar en piscina corta, piscina larga o en el canal. No hay, en el mundo, un lugar así que permita nadar y elegir las condiciones y facilidades que queramos. En el Tenerife Top Training, todo es posible".

Cuestionado, en otro orden de cosas, por el momento actual de la natación española, el técnico ruso aseguró que "me gusta el esfuerzo y la trayectoria del equipo español. Hoy por hoy, está compitiendo frente a las grandes potencias mundiales. A veces ganan, a veces no. Ganar es importante, pero no lo más importante. Lo principal es generar movimiento y motivar a las nuevas generaciones a practicar la natación, de cara a asegurarse un futuro prometedor. La situación actual es el resultado de lo que habíamos hecho antes, de las decisiones que tomamos hace cuatro o cinco años. Resulta importante entender que este momento es el punto de cara al futuro y plantearnos dónde queremos estar. Somos responsables del futuro", terminó.

Gennadi Touretski ha tenido la suerte de dirigir a campeones olímpicos como Ian Thorpe, Alexander Popov o Michael Klim, a los que define como "modelos a seguir". De Klim destaca que "no tenía las mismas sensaciones en el agua que Ian Thorpe. El primero era más atlético, capaz de derribar cualquier muro, mientras que Ian se parecía más a un pez, a un gran pez, diferente al resto".

"Sencillamente, se trataba de encontrar la clave para lograr su máximo rendimiento. En el caso de Ian, fue muy bien entrenado y educado. Michael, en cambio, tenía un largo camino por delante. Hasta ocho años, de hecho, necesitó para convertirse en un campeón internacional. Para ser capaz de ganar cinco medallas de oro en los campeonatos del mundo necesitó un constante entrenamiento, práctica diaria y, lo más importante, el apoyo de su país", continuó.

Sobre su compatriota Alexander Popov, entretanto, confesó que "la clave fue su propia motivación y constancia. Él no estaba respaldado por la Federación Rusa de natación, y por ello pagó todo de su bolsillo. Pero no supuso un desafío sino una tarea, y se las arregló para conseguirlo. Si estás abierto y tienes una personalidad fuerte, el universo te ayudará", apostilló.

Para concluir, el entrenador ruso habló sobre sus planes de futuro. "Por el momento, he decidido tomarme tres meses de descanso. Hay algunas ofertas de consultoría y entrenador personal, así como ideas para escribir un libro, pero en los próximos meses, disfrutaré levantándome a las diez de la mañana, después de 40 años entrenando. Resultará muy agradable", finalizó.