El Iberostar Tenerife no tuvo opciones ante un Real Madrid que le superó en todos los cuartos del encuentro y le acabó venciendo por un abultado 86-59. Los canarios no alcanzaron los 20 puntos en ninguno de los períodos y fueron siempre a remolque.

Tras dos derrotas, los blancos tenían sed de victoria, pero los de Txus Vidorreta no se lo iban a poner fácil. Con un comienzo aguerrido en defensa y dubitativo en ataque para los dos equipos, a medida que fueron pasando los minutos, los jugadores top de ambos equipos se enchufaron a la hora de anotar. Gustavo Ayón y Jaycee Carroll por parte del Real Madrid y Nico Richotti, Fran Vázquez y Aaron Doornekamp por parte de los aurinegros.

A 1:35 del final del primer cuarto, el Real Madrid se imponía 20-15 en el marcador, primera diferencia notable del partido, que Txus Vidorreta trató de ajustar con algunas indicaciones en un tiempo muerto. Aún así, el Iberostar Tenerife se mantuvo en la lucha, a una distancia de cuatro puntos, aunque en muchas ocasiones se les atragantaba la buena defensa de los locales ya iniciado el segundo cuarto. Fran Vázquez ayudó tanto con puntos como con su juego a mantener cerca a los insulares. Pero mientras el Real Madrid no fallaba en sus ataques, ni exteriores, ni interiores, los de Vidorreta no veían opciones claras de tiro, lo que se transformó en una mayor ventaja para los madrileños, guiados de la mano del balcánico Luka Doncic.

Eso, unido al siempre acierto de Sergio Llull en los últimos segundos, que con un nuevo triple, puso 46-32 el marcador antes del segundo período. El escaso acierto desde la línea exterior, con cinco aciertos de doce intentos, condenó a los isleños a tener que ir contra corriente en la segunda parte.

El encuentro se rompió al final de la primera mitad y en el inicio de la segunda tampoco cambió la tónica. Doncic, Ayón y Carroll siguieron enchufados y aunque Doornekamp y Fran Vázquez trataron de mantener a los suyos en la disputa, la distancia era ya insalvable. En algún pequeño resquicio entre la muralla blanca, los canaristas seguían sumando, pero las flechas de los de Laso siguieron estando acertadas.

El vendaval de los locales se había llevado todas las opciones del Iberostar Tenerife de conseguir una nueva victoria. Al Real Madrid le salió todo, y si en ataque no sigues su ritmo de anotación la cosa se complica en exceso.

A Doornekamp y Vázquez les faltó algún compañero que les apoyara a la hora de sumar una cantidad de puntos considerable, y aunque el Iberostar lo intentó por dentro y por fuera, no hubo manera de hacer temblar a los blancos más allá de los primeros quince minutos. Finalmente, el Real Madrid se llevó el triunfo por 86-59 con un Gustavo Ayón que estuvo espectacular.