El de ayer era un partido importante. Esas tres derrotas con las que venía el Iberostar Tenerife hacían que el choque de ayer ante el Montakit Fuenlabrada fuera más importante de lo normal, más aún cuando el equipo madrileño venía de una buena racha de buen juego.

Pero pronto el cuadro de Txus Vidorreta acabaría con todas las posibles dudas existentes, con un juego intenso en defensa y un ataque que fue mejorando poco a poco a lo largo del choque.

Al Iberostar Tenerife le bastaron siete minutos para situarse en la cancha y empezar a marcar diferencias, un marcador favorable que empezó en el trabajo defensivo, acompañado de un buen juego ofensivo. En esta ocasión sí hubo fluidez ofensiva, movimientos rápidos exterior/interior y efectividad en el tiro de la mayoría de los jugadores.

También hubo control en el rebote y salidas con rapidez en el contraataque. Vidorreta, ante las lesiones de algunos jugadores, probó de entrada con Bassas en la posición de base, pero con White en la de escolta. Con ellos Hanley, Doornekamp y Vázquez.

El Montakit Fuenlabrada empezó bien, no se escondían al tirar y lograron una buena defensa en la primera línea de ataque.

Esto les llevó a ponerse por delante con un 5-9 (min.3). Pero fue ese un toque de atención claro en el cuadro local. Fue a partir de ese momento cuando la "máquina" canarista empezó a actuar.

Un parcial de 12-0 puso el marcador en un 17-9 y a partir de ese momento el Iberostar Tenerife empezó a fabricar su séptima victoria de la Liga ACB.

En el inicio del segundo cuarto sonó la "alarma" en el conjunto tinerfeño. Fran Vázquez cayó al suelo y pedía la presencia del médico. No llegó al banquillo y se fue directo al vestuario. Un problema en el gemelo lo iba a apartar del partido.

Eso no influyó en nada en el buen juego que venía haciendo el Iberostar Tenerife. Poco a poco las diferencias eran mayores y en el minuto 13, después de un triple de Rodrigo San Miguel y otro de English, el marcador se ponía +14 para los locales (27-13).

Jota Cuspinera, entrenador del Montakit Fuenlabrada, empezó a desesperarse desde el banquillo, buscaba su mejor quinteto, paraba el choque con sus tiempos muertos, pero no podían parar a un Iberostar que estaba jugando a un buen nivel. De hecho, al descanso se llegó con un claro 40-27 para los aurinegros y todos expectantes por ver qué podría suceder en los dos cuartos finales, porque la diferencia, aunque controlada por el Iberostar, no era excesiva (40-27).

Pues las dudas se aclararon rápidamente. El Iberostar no concedió nada al rival y el camino hacia la victoria empezaba a verse.

Del 45-31 del minuto 24 se pasó al 50-31 un minuto más tarde. El Fuenlabrada buscaba en Paunic y Hakanson la fórmula para activar una reacción, pero no fue así porque el Iberostar Tenerife, aparte de defender con acierto e intensidad, tenía en ataque a muchos jugadores con la muñeca caliente y que aprovechaban cualquier oportunidad para anotar desde el perímetro.

Los locales se gustaban en la cancha y eso les permitió jugar con mucha frescura y acierto. La ventaja en el marcador iba creciendo poco a poco y les daba también seguridad.

Con 59-39 se llegó al último cuarto, donde ya el Fuenlabrada bajó los brazos y se rindió ante el potencial del equipo local. Cuspinera intentó meter a su equipo en el partido, pero no llegó a hacerlo. El parcial de 37-11 de ese último cuarto lo dice todo.

Esta ventaja permitió a Vidorreta dar más minutos a Richotti, que si bien no lo hizo bien en los tres minutos en los que dispuso en el segundo cuarto, en el último disfrutó para terminar el partido anotando 15 puntos.