El Athletic Club exhibió su cantera para alcanzar la zona de puntos europeos en clasificación de LaLiga Santander imponiéndose en la última jornada con cierta autoridad al Eibar (3-1) en el intenso derbi entre ambos equipos en San Mamés.

Con los tres puntos sumados en La Catedral, el conjunto rojiblanco arrebató la séptima plaza de la tabla al conjunto armero y alcanzó los 23 puntos del quinto y el sexto clasificados, el Villarreal y la Real Sociedad, este aún por disputar el partido en Riazor frente al Deportivo con el que finaliza la jornada 14.

Los de Ernesto Valverde, además, se quedan a solo dos puntos de la cuarta plaza, en la que el Atlético de Madrid cierra los puestos de Liga de Campeones.

Sin hombres en el once inicial del calado de Aritz Aduriz (1981), Raúl García (86), Oscar de Marcos (89) y/o Mikel Rico (84), Valverde dio protagonismo a las últimas camadas salidas de Lezama para mostrar el vigor de su plantilla, el recorrido que tiene a futuro y la salud del club vasco en su ámbito más importante: el deportivo.

Con tanta baja de futbolistas experimentados, fueron jóvenes nacidos en los años 90 los que asaltaron un equipo titular sin ningún jugador en la treintena y con 10 leones salidos de la factoría rojiblanca. Todos menos Mikel Balenziaga, que fue de los destacados. También los tres cambios que realizó el técnico eran canteranos y uno debutante, Asier Villalibre (1997).

Dirigidos por un ''ochentero'', Beñat Etxebarria (87), y capitaneados por otro, Markel Susaeta (87), fueron los nacidos en los 90 los que se pusieron bajo los focos. Iker Muniain (92) e Iñaki Williams (94) para asaltar, junto a Beñat, la meta de Asier Riesgo y Kepa Arrizabalaga (94) y Yeray Álvarez (95), las dos grandes revelaciones de la temporada, para detener el ímpetu de los de José Luis Mendilibar.

Entre todos ellos taparon una nueva tarde irregular de Aymeric Laporte (94) y Mikel San José (89), dos baluartes de los últimos años a los que se espera pronto a su nivel habitual, y ciertas dudas en el arranque de Eneko Bóveda (88).

Completó el once Sabin Merino (92), de los más incisivos en la primera parte, y posteriormente fueron saliendo Javi Eraso (90), Enric Saborit (92) y Villalibre (97), que adornó su debut con un precioso pase de gol para que Muniain cerrase el 3-1 definitivo.

Pero más allá de su presencia en el once, lo importante de los jóvenes leones fue su rendimiento. Una capacidad competitiva en un partido relevante y ante un rival de enjundia que sirvió para tranquilizar al entorno ante las importantes bajas de Aduriz y Raúl, hasta el domingo el 70 por ciento de los goles bilbaínos.

Y para demostrar que la cantera de Lezama se regenera a la velocidad y con la exigencia que demanda un club que tiene como norma plantar cara en todos los frentes y a todos los rivales.