El sexto empate en el Heliodoro esta temporada tiene poco que ver con los cinco anteriores. Hay formas y formar de empatar... Esta vez, el análisis del desenlace tiene que contemplar también los méritos de un rival de notable alto, aunque es verdad que en el fondo el Tenerife está en la obligación de hacer autocrítica y admitir de puertas adentro sus problemas para defenderse con el balón en lugar de tratar de aguantar la ventaja expuesto siempre a lo que propone el rival.

Pero este Tenerife de ayer tiene un aire competitivo que permite albergar esperanzas cuando lleguen los anunciados retoques de enero, entre los que parece indiscutible la necesidad de algún especialista en darle continuidad a las posesiones, tanto cuando sea para desahogar al equipo, como ayer, como cuando se trate de manejar el fútbol posicional, que ahora es un desierto en este equipo.

La estructura del 4-3-3 con Crosas de pivote permitió ayer una presión avanzada, no tanto alta, de Vitolo y Aitor. Con ella, el Tenerife sorprendió de salida, porque no solo alejó a los cuatro jugadores peligrosos del Huesca, sino que generó el 1-0 con Aitor descolgándose y llegando a un espacio descubierto para rematar. Ese es el fútbol idóneo para las características de este centro del campo, el que consiste en contrarrestar al rival y sorprenderlo en transición ofensiva. Con 1-0 a los 4 minutos y ante un rival atolondrado, el Tenerife mantuvo la posición avanzada un buen rato más y pudo hacer el 2-0 con una acción en la que Cristo sacó la escuadra y el cartabón y dibujó un pase prodigioso, que Amath hizo mejor ganando en aceleración al central y encarando al meta Herrera, que sacó su disparo con el pie. Era el minuto 16 y el partido estaba donde lo quería el equipo de Martí.

Poco a poco la segunda línea local se fue hundiendo más hacia atrás. Nunca se sabrá si porque bajó su intensidad en la presión o porque el Huesca la empujó. Lo cierto es que el espacio a la espalda de Crosas, hasta entonces protegido, empezó a ser fértil para Samu Sáiz, Vadillo y Ferreiro, tres medias puntas de gran dinamismo y desequilibrio. Crosas, que había sido la sombra de Sáiz, empezó a verse en inferioridad, y el partido cambió de dueño. Hasta el descanso la pelota fue oscense. Melero (28'') de cabeza y Vadillo (41'') de chilena acercaron a su equipo al empate, ante un Tenerife ya muy replegado, sin apretar sobre el balón, y, lo que es peor, sin la mínima continuidad con la pelota para sacar una contra y obligar al rival a retroceder.

La segunda parte acentuó la tendencia: el Huesca salió muy decidido a empatar, ocupó abiertamente el campo rival con sus laterales y se puso a mover el balón más rápido. Hay pocos equipos en esta categoría con ese nivel técnico en las combinaciones. Melero, en el minuto 2 obligó a Dani a hacer una gran parada. En el Tenerife no cambió nada, más allá de la anécdota del intercambio de posición de Vitolo y Aitor Sanz.

Con su equipo adueñado del balón y jugando en campo contrario, Anquela empezó a hacer cambios de piezas, como la entrada de Camacho en la izquierda, movimiento tan intrascendente como el que eligió Martí a renglón seguido con la puesta en escena de Aarón en la izquierda, en un hombre por hombre con Cristo González, sustitución que no aportó el oxígeno que necesitaba el equipo, encerrado y con continuas pérdidas en cada salida hacia campo contrario.

Después de una larga hora de sometimiento, Suso encontró el camino para sentenciar el resultado. Hizo una jugada de gran habilidad con dos recortes en el área, pero su remate lo sacó el portero, otra vez con los pies (76''). Anquela colocó un segundo ariete, Urko Vera y quitó del campo a un lateral, César. Cerró con tres hombres incrustando como central a Melero, que luego sacaba la pelota por delante. El partido se abrió más. Martí aprovechó ese cambio para meter a Omar en el costado descubierto por su rival y el granacanario tuvo otra ocasión, pero remató fuera.

Cuando más sensación de control parecía tener el Tenerife, apareció una jugada en la que la presencia de los dos delanteros centros en el área local le dio al Huesca el fruto del empate, con el remate a placer de Urko Vera solo en el segundo palo. El desconcierto local después de tanto esfuerzo provocó otra acción de Vera, que remató al larguero en la jugada siguiente. Faltaban seis minutos, y aunque algunos jugadores daban sensación de estar al límite en el campo, la reacción de coraje y valentía del Tenerife pudo tener su premio cuando Amath echó fuera una pelota clara de gol ante el portero (91''). El ida y vuelta del descuento fue trepidante y estuvo a punto de inclinar la balanza del lado del Huesca, que volvió a gozar de otra clara llegada sobre el límite, hasta el punto de encajar el pitido final con el mismo desconsuelo que lo recibió la parroquia local.

1-1

tenerife-huesca

CD Tenerife: Dani Hernández, Raúl Cámara, Alberto, Carlos Ruiz, Iñaki; Marc Crosas, Vitolo, Aitor Sanz; Suso, Amath y Cristo González. En el minuto 69, Aaron Ñíguez entró por Cristo González; en el 81, Omar sustituyó a Suso.

Huesca: Herrera (2); Akapo (2), Íñigo López (1), Jair (2), César Soriano (1); Aguilera (1), Melero (1); Ferreiro (2), Samu Sáiz (2), Vadillo (1) y Borja Lázaro (1). En el minuto 62, Camacho (1) entró en lugar de Vadillo; en el 64'' David López (0), por Aguilera; y en el 80, Urko Vera (1), por César.

Árbitro: Javier Alberola Rojas (Comité Castellano-Manchego). (1). Su criterio en el uso de las tarjetas fue desmedido y en algún caso, como el de Ferreiro, errático. En un partido de alta intensidad, no estuvo mal en la interpretación de las disputas, tratando de favorecer la continuidad del juego. El Huesca se queja de un fuera de juego señalado a Ferreiro cuando se iba hacia el marco, que en efecto no existió. Amonestó a los locales Crosas (24''), Alberto (36'') y Carlos Ruiz (42''), y a los visitantes Samu Sáiz (33''), Borja Lázaro (65'') Ferreiro (40''), Jair (61'') y Camacho (86'').

Goles: 1-0, m. 4: Pase largo de Alberto a Amath, que se va por la derecha y centra al área, donde aparece Aitor para marcar por bajo; y 1-1, m. 83: Centro de Ferreiro desde un costado, peina Raúl Cámara y marca, en el segundo palo, Urko Vera.

Incidencias: Partido de la décimo séptima jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 9.725 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego algo irregular. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Huesca la suya, azulgrana. Se guardó un minuto de silencio por el accidente aéreo en Colombia en el que fallecieron miembros del club brasileño de fútbol Chapecoense.